Se conmemoró el día de la Radio en Argentina

Este 27 de agosto se celebró en Argentina el Día de la Radio. A los protagonistas de esta conmemoración se los conocen como los Locos de la Azotea. Desde Canal 6 ERTV conversamos con el locutor Javier Fontana sobre un oficio que no pierde vigencia.

“Yo dí mis primeros pasos por la década del 80 por lo que son 40 años estando en el medio. Lo hacía en publicidad y arte que eran una red de altavoces parlantes que estaban en distintas calles de la ciudad. Vos ibas caminando escuchabas música, noticias, información necrólogica y tanda publicitaria” comentó el locutor.

“En estas comunidades del interior nosotros también somos un poco los locos de la azotea. Hemos hecho de todo, desde tirar cables a salir a reparar cableados, hacer locución, pasar música… Me veo muy reflejado en los locos de la azotea, uno de los más famosos era un entrerriano, de Gualeguay, Susini, era médico, como los otros que hicieron hace 103 años esa primera trasmisión desde la zotea del Teatro Coliseo” subrayó Fontana.

Nota Completa

Así comenzó todo

El 27 de agosto de 1920 Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica dieron inicio a la radiofonía argentina cuando transmitieron la ópera Parsifal, de Richard Wagner, desde la terraza del Teatro Coliseo. Esa fue la primera transmisión radiofónica de un programa de radio, realizada por los cuatro radioaficionados que pasaron a la historia como los Locos de la Azotea.

Con un pequeño micrófono, un transmisor de escasa potencia y las antenas en los techos del Teatro Coliseo lograron el objetivo de difundir la ópera Parsifal hace 101 años. Así se puso en marcha Radio Argentina la primera emisora del mundo, que marcó el punto de partida para la radiodifusión en el país

Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica eran cuatro jóvenes del mundo de la medicina: el médico Susini tenía 25 años; y los otros tres, estudiantes de la Universidad de Buenos Aires: Mujica de 18, Guerrico y Romero Carranza de 22.

Lo unía una pasión: eran radioaficionados entusiastas y creativos que soñaban con una radiofonía al servicio de la cultura. No imaginaron nunca que ese medio iba a transformarse en un verdadero fenómeno de masas.

La Argentina celebraba 100 años de la Revolución de Mayo cuando el italiano Guillermo Marconi, inventor del telégrafo sin hilos, llegó a Buenos Aires para continuar sus investigaciones en la materia. Desarrolló en nuestra tierras varias pruebas de transmisión, utilizando un barrilete con el que se remontaba una antena. Así, consiguió tomar contacto con Irlanda y Canadá. Fueron aquellas pruebas las que encendieron la chispa de los Locos de la Azotea.

Los jóvenes quedaron obnubilados por el proyecto y lo que podían lograr los avances de Marconi. Desde allí, jamás dejaron de trabajar hasta lograr una transmisión radial. Los cuatro siguieron con atención y pasión toda información referida a los principios de Herz, Braun o Marconi. Ni el comienzo de la Primera Guerra Mundial pudo detenerlos, cuando el desarrollo de la radio se convirtió en un proyecto secreto. Por el contrario, aprovecharon la oportunidad.

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