Metalúrgicos de Crespo aseguran que siguen con buena producción pese a la cuarentena

Visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, los industriales metalúrgicos de Crespo, Hugo Graas, Silvio Heinz y Claudio Beisel, quienes en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV contaron sobre el presente del sector y las perspectivas pos-pandemia de Covid-19.

Grass recordó que comenzó con esta actividad en 1979. Posteriormente se radicó en un local de calle 1º de Mayo, “donde arenábamos y pintábamos carrocerías de acoplados y hacíamos reparaciones. Hasta el día de hoy lo seguimos haciendo, ahora en el Parque Industrial (Crespo), donde también tenemos servicio de grúa y comenzamos con la construcción de furgones térmicos. En esta época, con la cuarentena, si bien es distinta, seguimos trabajando bien, con una gran cartera de clientes en la zona. Entre las complicaciones, están las demoras en la entrega de materia prima en los términos que había antes. Hay materiales importados que llegan a cuenta-gotas. No sabemos a qué echarle la culpa, si a la pandemia, a la economía o al dólar. En Argentina, cuando aumenta 20 centavos el dólar, el que fabrica el insumo le suma 25 centavos y no lo bajan después. Uno nunca tiene algo programado para decir que esto vale 10 dólares y seguirá valiendo 10 dólares”.

Beisel comentó que desde niño, ya colaboraba con su papá en la fabricación de maceteros y herrería artística. “Estudiaba, era canillita y soldaba en el taller. Luego empecé en una metalúrgica de Crespo y posteriormente me fui a trabajar a una empresa de Paraná, donde montábamos tinglados, hacíamos cocheras y otras estructuras metálicas. En esa empresa estuve 5 años, hasta que en 2005 empezamos una sociedad con mi hermano y compramos un predio en el P. Industrial de Crespo. Arrancamos muy de abajo, pero con buenas bases y hoy en día trabajando a full, a pesar de la cuarentena. Hemos tenido que agregar horas extras para cumplir con la demanda que tenemos”.

Heinz, luego de trabajar 16 años en una metalúrgica, empezó en 2008 con su propio emprendimiento. “Fue justo el momento del conflicto del campo, con cortes de rutas, por lo que me costó ese inicio, pero pude mantenerme. Me especializo en estructuras metálicas para galpones y puedo decir que estamos bien, en la avicultura hay bonanza, hay una gran demanda por galpones y con mucho trabajo. Lo que sí vemos es que como país, no tenemos un proyecto a largo plazo, hoy vivimos un buen momento, pero muchos no nos animamos a agrandarnos, porque no sabemos qué pasará el año que viene, vivimos de parche en parche. Nuestro mayor problema, es la falta de insumos y los aumentos de precios con los que vienen. Así, es difícil dar un presupuesto al cliente, porque un galpón no se hace de un día para el otro. En nuestro caso, tenemos trabajo cubierto hasta junio del año que viene e incluso hemos rechazado algunos, justamente porque uno no se anima a tomar empleados. A muchas pymes les pasa eso”. Beisel añadió: “En cuanto a los insumos, los ‘galponeros’ sufrimos la entrega de perfiles y chapas. Las fábricas no liberan los materiales, porque en algunos casos no los tienen y el que los tiene no vende porque está especulando con los precios. Igualmente en nuestro caso estamos con trabajos hasta julio/agosto de 2021. Está la cuestión de tomar más personal, podría ser viable, pero en muchos casos no se tiene el espacio físico para agregar más gente, ni herramientas”.

Sobre las perspectivas, Graas opinó: “En algunos lugares están mal, no solamente las metalúrgicas. Me parece que el gobierno, si bien está abocado al Coronavirus, en la parte económica no le están buscando la vuelta para salvar a la pequeña y mediana empresa, porque a la que cierra, le va a costar mucho levantarse y son las que mueven las ventas en las ciudades. Hay empresas que tienen ganas de trabajar, pequeños emprendedores que arrancan y no se pueden mantener y a eso el gobierno debería apuntar. A nivel país, van a caer muchas, por ejemplo del rubro turístico, que está parado, lo mismo las empresas de colectivos, las de aviones… En la peatonal o galería de Córdoba el 70% de los comercios están cerrados porque no se pudieron mantener. A esa gente el gobierno les tendría que permitir abrir con protocolos, para que puedan trabajar, porque es perjudicial para el Estado también, porque les deja de entrar una cierta cantidad de recursos en concepto de impuestos y… ¿con qué van a distribuir los subsidios para la gente…? En Crespo y la zona, la avicultura está en un período de bonanza, pero todo sube y baja y no son todos los niveles parejos, no se puede programar a 10 o 20 años. En esta zona además, cuando la economía decae mucho, el último coletazo se siente acá, por la idiosincrasia que tenemos, donde el 99% es gente de trabajo y el impacto de las crisis, llega más tarde”.