Historia de una mamá crespense de 99 años

Ángela Rosa Coronel de Guiraldi tiene 99 años y es una de las madres más longevas de Crespo. Nació el 19 de mayo de 1921 en Don Cristóbal 2°. Tuvo 9 hijos: Hugo Alberto (el mayor, nació en 1948), Carmen Beatriz, María Inés, Miguel Ángel, Delia Rosa, Mario Oscar, los mellizos Humberto Ismael y Bernardo Antonio y Carlos “Charly” Guiraldi, el más joven, quien durante muchos años formó parte del staff de FM Libertad, emisora del “Centro Periodístico de Entre Ríos”.

“Doña Guiraldi” recuerda que “en el campo estuvimos 20 años con los chicos y mi esposo, con quien trabajaba a la par. Cuando era tiempo de trilla, había que colaborar para juntar las bolsas de trigo… Teníamos tambo también y se hacía todo a mano. A las 4 de la mañana, estábamos firmes, todos los días, para sacar la producción que se vendía a la empresa Nestlé. Cuando nos radicamos en Crespo, mi esposo trabajó en la Municipalidad, hasta que se jubiló”.

Un gran respeto y admiración le tienen los vecinos del barrio y quienes la conocen, por su sencillez, valores, trato afable, siempre atenta a ayudar. “A mis vecinos los considero como si fueran mis nietos. Por ejemplo, cuando me radiqué acá, Pedro Apelhans (comerciante local) todavía no se había casado y hoy ya es abuelo”.

Vive a pocos metros de la cancha y de la sede central del Club Atlético Sarmiento, que la homenajeó por su permanente apoyo a la institución, que se fundó cuando ella tenía 18 años. Claro que en ese tiempo, aún no vivía en Crespo, pero su cercanía posterior con el CAS, la llevaron a ser una de las simpatizantes con más años de vida. “Mis hijos jugaron al fútbol en el club. Yo siempre ayudé en lo que pude, haciendo pastelitos para vender y recaudar fondos para las actividades deportivas” expresó en una entrevista que unos meses atrás le realizó el periodista Darío Rodríguez en Canal 6 ERTV. 

Sobre el secreto para llegar a esa edad, comentó: “Nunca tomé alcohol ni fumé. Y hay que comer sano, yo consumo muchas verduras. No hay que aferrarse tanto a los problemas y eso que he pasado cosas feas en mi vida; Dios me arrancó a una de mis hijas…

Estuve en el Sanatorio Británico durante 3 meses cuidándola. Sola, me cruzaba Buenos Aires en subte y sin conocer nada, ni a nadie. Pero hay que afrontar los problemas y aceptar lo que Dios nos manda”.