Fue a una subasta y por error compró una mansión de 120 años en ruinas

Sin más dinero, el joven y su novia decidieron arreglarla y en dos años transformaron la vieja vivienda en su casa soñada.

“El número que yo tenía en el papel y el que mostraban en la pantalla definitivamente no coincidían”, dijo al diario The Guardian el joven inglés Cal Hunter y explicó que hubo algunas propiedades que entraron en la subasta “a última hora y no estaban en el folleto”. Pero hubo un factor más que lo llevó a una confusión, el acento del subastador era muy cerrado: “Me costó seguirlo”.

En la adrenalina de las ofertas, Cal cometió un dramático error: compró una casa de 120 años, en ruinas. Pero solo había gastado 10 mil de los 40 mil dólares que tenía. 

El departamento por el que había ido a aquella subasta terminó siendo vendido por 87 mil dólares, aunque eso ya no importaba, Cal solo pensaba en averiguar dónde quedaba la propiedad que había adquirido.

Tenía muy poca batería en su celular, así que le envió un mensaje a su novia para avisarle que la compra no había salido como pensaban y que tratara de buscar en internet algo de información sobre la casa. Mientras tanto, la subasta continuaba y el joven se enteraba que este tipo de remates en Escocia no permitían dar marcha atrás.

Una mansión enorme y en ruinas

“Ay, Dios”, dijo el muchacho cuando llegó a la dirección de la propiedad que habían comprado. Era en la localidad de Dunoon, bastante cerca de Glasgow, la ciudad que habían elegido para ir a vivir juntos, pero la ubicación no era el problema. .

La enorme casa de seis habitaciones era bastante más grande que el departamento de 2 ambientes que la pareja quería comprar en un principio. Pero la mansión estaba en pésimo estado, más cerca del derrumbe que de una venta.

Cal incluso relató que había un cartel en la propiedad que anunciaba: “Peligro, manténgase alejado”.

Para complicar aún más las cosas, la pareja había comprado solo la mitad del edificio. Lo que los obligó a pasar seis meses tratando de adquirir las otras dos unidades de la mansión abandonada.

Sin embargo ellos ya no tenían más dinero como para comprar otra cosa y sabían que aquella propiedad no podría ser vendida en ese estado, así que Cal y su novia Claire Segeren decidieron arremangarse y ponerse a trabajar para convertir esa pila de ladrillos y maderas destrozadas en su hogar.

Con los últimos ahorros que les quedaban se compraron una casa rodante en la que vivieron mientras trabajaban todos los días en las reparaciones de la mansión abandonada. Cal y Claire, que habían visitado Escocia solo una vez, pasaron 2 años de trabajo y esfuerzo, pero lograron transformar completamente la propiedad hasta darle la forma de su castillo soñado.

“Es un trabajo duro, pero ambos hemos aprendido mucho; asumir tantas cosas nos ha ayudado a crecer como personas. Hemos aprendido de todo, desde albañilería hasta software de diseño asistido por computadora, plomería y electricidad. Creamos un Instagram para que la familia de Claire pudiera mantenerse al día“, explicó Cal.

“Los vecinos nos han recibido con los brazos abiertos, pasándose por allí con sopa y prestándonos herramientas. Es un lugar especial; si accidentalmente vas a comprar una casa, no podrías hacerlo en un lugar mejor”.

Fuente: The Guardian

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