Anclados a la Vida-Diamante: “Espera que angustia”

El grupo de “Anclados a la Vida”, con su sede en Diamante, fue creado por personas para avanzar en la lucha contra el cáncer, donde a lo largo de estos años viene compartiendo diferentes actividades y acompañando a los pacientes tanto en sus tratamientos como también a sus familias, brindando la contención necesaria ante cada situación.

En el contexto sanitario por la pandemia del coronavirus, en la medida de las posibilidades los integrantes del equipo de trabajo siguieron conectados, pero hoy en el marco de la vacunación contra el Covid-19, exponen un humilde reclamo, para poder recibir las dosis respectivas.

En una nota expresan: “ESPERA QUE ANGUSTIA….Cuando coincidimos en llamarnos Anclados a la vida, fue porque habíamos decidido, después del diagnóstico, acomodar de nuevo las prioridades. Entonces, cuidar y defender la vida se ubicó en el primer lugar. Por eso la prevención, y el adoptar todas las medidas a nuestro alcance. Creemos que somos parte de la solución dentro de un sistema de salud, apostamos a cuidarnos y así disminuir costos y volverlos inversión. Hemos cultivado la mayor paciencia en este tiempo de pandemia donde las medicaciones han sufrido demoras, los turnos se dilatan en el tiempo, los estudios muchas veces se prorrogan, los momentos en las salas de espera se vuelven una amenaza.

Hemos entendido esta nueva dinámica y, desde nuestro lugar, instamos a cuidarse mucho más para soportar esta situación de la mejor manera: sin complicaciones.

Hemos cultivado la mayor paciencia pero, sabrán entender, nuestros tiempos muchas veces, se miden con otras unidades. Y entonces, surge la incomprensión, la impotencia y hasta el enojo. No es nuestra costumbre este tipo de publicaciones, pero la angustia ocupa otro lugar y nos impulsa a comunicar lo que nos pasa. Esperamos sepan comprendernos.

Cuando comenzó la vacunación por covid19, observamos que no pertenecíamos a los llamados grupos de riesgo, cumplimos con inscribirnos en el formulario virtual de todas maneras.

Desde el interior de Anclados, conformamos un listado para cuando nos llegara la convocatoria. Hicimos hincapié en que, contábamos con pacientes activos, en tratamiento y que entendíamos que debían ser vacunados a la mayor brevedad. Hasta el día de hoy, eso no sucedió.

La decepción se acrecienta cuando se va conociendo cuántos ciudadanos ya han recibido la vacuna. Claro, no somos quiénes para objetar o cuestionar, pero permítannos suponer de que aquí, también tendríamos sorpresas si pudiéramos acceder a los verdaderos listados. Y claro que duele. Hoy, cuando la enfermedad parece ponerse más agresiva, sólo rogamos que Dios nos proteja.

Que esto que manifestamos, permita reflexionar al que tiene en sus manos la decisión sobre quién recibirá la vacuna. Que esto que manifestamos, no se vuelva represalia, y que por el contrario, sirva para ayudarnos a encontrar una pronta respuesta a esta situación”.