Zapatera con 40 años en la actividad habló de capacitaciones y de este oficio milenario

Desde el primer calzado que surgió en la historia, que se estima fue 15.000 años atrás, hasta la fecha, la fabricación y reparación de estos elementos, más que una profesión, es un trabajo de artesanos. María Wendler nació en María Luisa, tiene familiares en Crespo y desde hace 40 años está radicada en Rosario del Tala, donde lleva adelante este oficio y además, brinda charlas y cursos para que las nuevas generaciones conozcan sobre el mismo. Al respecto, en diálogo con Canal 6 ERTV, expresó que “aprendí sobre este trabajo por mi ex marido y cuando me separé, seguí en la actividad y hasta ahora sigo arreglando. Un día, escuché en la radio que promocionaban cursos y con la experiencia que tengo. Presenté un proyecto de capacitación en la Dirección Departamental de Escuelas Tala, donde la propuesta quedó ‘durmiendo’ en un cajón durante un par de años, hasta que una coordinadora nueva que ingresó, se interesó, me convocó y a partir de ahí, empezamos a trabajar. A los cursos los comencé a dar en mi propio taller, porque no había máquinas para enseñarlo, pero desde que entré en la Escuela Técnica de Formación Profesional, sí tuvimos las herramientas e insumos. Este año, a las capacitaciones las estoy brindando, además de R. del Tala, en Santa Anita; anteriormente lo hice en Colón, Concepción del Uruguay y un sueño que quisiera cumplir, porque dentro de dos años me jubilo, es volcar lo que sé a Crespo, María Luisa y zona, para que la gente pueda aprovecharlo”.

– ¿Hay muchas mujeres zapateras?

– Sí, hay muchas mujeres que tienen esta profesión. Es una buena salida laboral, más allá de que las máquinas son costosas para empezar. Este es un oficio que nunca va a morir, siempre se necesita y más en la actualidad, donde el calzado es caro y la gente lo hace arreglar, cuando se les rompe. En Crespo actualmente hay un solo zapatero y no da abasto con el trabajo…