Viale: Sobre los incidentes en el clásico

A través de un comunicado enviado a El Observador, la Comisión Directiva y la Subcomisión de Fútbol de Viale FBC emitieron su opinión con respecto a los incidentes ocurridos el pasado domingo en el clásico local (ver más información en Suplemento Deportivo). En la nota, firmada por Lisandro María (presidente) y Mariano Grinóvero (secretario), el VFBC expresa que “la violencia en nuestro fútbol se convirtió en un flagelo difícil de solucionar. El encanto de ir a la cancha a ver un espectáculo futbolístico queda en un segundo plano. El hincha que no dejó de ir a los estadios, asiste con miedo y piensa 2 veces el llevar o no a su familia”. Sobre lo ocurrido el domingo, señala “que simpatizantes visitantes (por los de Arsenal) hubieran ingresado al campo de juego rompiendo en varios sectores al alambrado resulta gravísimo, pero lo que acentúa más la gravedad es que el ingreso de agresores se produzca siguiendo la línea de conducta trazada por el presidente del club. Es inadmisible cualquier justificación o minimización de los hechos; los dirigentes deben dedicarse, el día del partido, a controlar la seguridad y los antecedentes del presidente de Arsenal al respecto son muy evidentes: 1) finalizado el partido de la 2ª final (2010), ingresó al campo de juego y agredió físicamente al árbitro Lousteau, como consta en el informe y que le correspondió la sanción de 2 años (este hecho se hizo eco en medios nacionales y las imágenes llegaron hasta el canal TN, desprestigiando a la Liga y a los clubes que la componen). 2) Una semana después, al disputarse la 3ª final en María Grande, ante un fallo del árbitro, nuevamente el presidente del Club Arsenal fue protagonista de un hecho lamentable, ingresando junto a un grupo de hinchas, luego de romper el alambrado lateral, para increpar al árbitro, por lo que el partido fue suspendido por varios minutos. 3) En el partido siguiente entre ambas instituciones, ya por el Torneo Argentino, nuevamente ingresó en el entretiempo, ahora por la zona de vestuarios, para increpar al árbitro en el centro de la cancha, generando la reacción de la parcialidad de VFBC y la situación no pasó a mayores por el accionar y la contención de los dirigentes. Si a esto sumamos que luego del partido de este domingo y ante los hechos lamentables, el presidente de Arsenal salió en los medios, deslindando responsabilidades (como ocurrió el año pasado) sin admitir la responsabilidad como presidente y siendo él quien ha impulsado con sus hechos este tipo de accionar. Estos sucesos, protagonizados por la máxima autoridad de la institución, quien debería ser el ejemplo de buena conducta y principal protagonista de la lucha contra la violencia, han hecho que su parcialidad los repita como si fueran correctos y se han instalado como metodología ante la adversidad de un resultado deportivo. No puede soslayarse lo ocurrido como falta de cuidado, aquí hubo (como en la 3ª final) premeditación (el alambrado debe haber estado cortado antes de la invasión), para que los agresores ingresen por allí y vean facilitado el escenario para su descalificadora actitud agresiva. Estas agresiones al árbitro, de no mediar la policía, se hubieran podido extender a los jugadores del VFBC, justo frente de la tribuna con toda la parcialidad local: ¿qué hubiera pasado entonces?, ¿hasta cuándo los dirigentes de VFBC vamos a aguantar, frenando y sancionando a nuestros simpatizantes que observan la impunidad con la que actúan estas personas que nada tienen que ver con el espíritu del fútbol?”. La dirigencia de la “V” azulada agrega: “Todo esto se hubiera evitado si la dirigencia de Arsenal no minimizara los hechos como lo viene realizando” y recordaron una frase del sacerdote Sergio Hayy, quien expresó “‘Ser dirigentes nos obliga a hacernos visibles’, si los dirigentes de los clubes y de la Liga no nos ‘hacemos visibles’ y actuamos como corresponde, la batalla contra los violentos estará perdida. Si la comisión directiva de Arsenal no emitió ninguna sanción a su propio presidente luego de la agresión que realizó al árbitro Lousteau, está avalando directa o indirectamente los hechos que sucedieron este domingo. Si los dirigentes de Arsenal pedían a la policía que se lleven detenido a uno de los agresores, ¿por qué no pedían lo mismo con su presidente cuando realizó idéntica agresión? ¿Qué sucede con la Ley del Deporte con aquellos que realizan agresiones a los protagonistas del espectáculo deportivo? ¿Por qué nadie toma cartas en el asunto? ¿Qué hubiera sucedido si el campeón del torneo 2010 era VFBC? Más de uno sostiene que terminaba con un desenlace trágico. ¿Qué va a suceder cuando tengamos que lamentar algún hecho mayor? ¿Quién se va a hacer cargo? Esta situación ha sobrepasado los límites y hay que actuar al respecto, cada uno desde su ámbito, los dirigentes en sus respectivas instituciones y el Tribunal de Disciplina con las sanciones que corresponden y que marquen una línea de conducta a seguir. Nosotros, como dirigentes, estamos enfrentando a quienes generan hechos violentos y hemos iniciado un camino duro con sanciones y derecho de admisión en conjunto con la policía local… Pero nos resulta muy complicado contener a socios y simpatizantes que ven que la impunidad se impone a la justicia, que los hechos que sucedieron el año anterior no tuvieron sanciones consecuentes… No debemos volver a minimizar lo ocurrido, hechos como los que sucedieron este domingo y que se repiten de los últimos 3 partidos disputados, van a traer como consecuencia situaciones gravísimas si no se pone fin a esas prácticas. Consideramos que debe ser severamente sancionado el club responsable y los reglamentos de AFA son claros al respecto. Cada vez que se produce un hecho de violencia en un estadio de fútbol, se lleva a cabo una discusión sobre ‘cómo hacer’ para que hechos de esta naturaleza no se vuelvan a repetir en el futuro. Todos suman sus voces y opinan, pero las soluciones no aparecen y parece que la única solución posible que se vislumbra en el horizonte es la de acostúmbranos a convivir con la violencia como parte del paisaje cotidiano que rodea al fútbol. Se podrá argumentar que somos parte de una sociedad en descomposición y como dice el escritor Eduardo Galeano, ‘el fútbol es un espejo de todo aquello que sucede en la sociedad’, pero esto no alcanza. Mientras lo ilícito se vuelva natural, mientras los reglamentos sean ‘letra muerta’, mientras la policía no sea suficiente, mientras los dirigentes no den el ejemplo, la violencia no tendrá marcha atrás”.

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