Viale FBC: La gloria más allá de un resultado

No fue el final de un sueño, porque nadie soñó con llegar hasta esta aventura. No es el final de un camino, porque no pienso que alguien haya imaginado un sendero tan largo. No fue una derrota digna, porque la dignidad estuvo en todo momento. No fue una derrota obvia, porque en el fútbol no existen cálculos lógicos. Sí fue un episodio magnífico, porque estos jugadores nos representaron a todos los entrerrianos ante un grande de la historia de nuestro fútbol. Sí significó un capítulo histórico, porque estos muchachos lograron escribirlo paso a paso hasta este 20 de mayo. Sí recibieron el respaldo merecido, porque ellos hicieron que todos estuviéramos frente a la tele alentando el fútbol de acá, de estas tierras. El fútbol del pueblo. El fútbol de una liga del interior. Y sabemos por estos lados, el sacrificio que brota de esos conceptos. Pasar del laburo al entrenamiento, del entrenamiento al partido, del partido al laburo y la vida sigue.

Viale FBC ancló su nombre en la historia del fútbol entrerriano. Que eso quede bien grabado en los libros, en los artículos periodísticos. Lo de este grupo de laburantes vestidos de futbolistas, no fue un resultado de la casualidad, sino de la causalidad manifiesta en el campo de juego. Llegaron a verse las caras contra los campeones de América, contra una entidad gigante en el balompié nacional. La vivieron en carne propia, por momentos con el nerviosismo obvio de esta escena particular en sus vidas, por momentos con instancias como para mojarle la oreja a San Lorenzo, con un caño, con un gol.

Fueron embajadores de nuestras tierras ante el Goliat de turno. Intentaron plasmar una idea de juego que los depositó en este día sencillamente extraordinario. Las crónicas podrán narrar que hubo errores defensivos, que San Lorenzo marcó la diferencia de categoría, pero yo me alejo de esos detalles meramente estructurales. Permítame, amigo lector, detenerme en la importancia significativa que ha tenido este enfrentamiento por los 32avos de la Copa Argentina en aquellas lejanas tierras de Formosa. Permítame aplaudir el trabajo de años realizado por la dirigencia, cuerpo técnico y pueblo de la V. Déjeme sentirme orgulloso por este grupo, que va más allá de una camiseta y de sus colores. Representan nuestro fútbol, repito, el fútbol de tierra adentro, el fútbol chacarero. El de aquellos que no viven por la pelota, prácticamente viven para jugar. Gracias por hacer retumbar el nombre de Paraná Campaña en cada medio capitalino. Gracias por recorrer este camino. Gracias por mantener en vilo a toda la región. Gracias por despertar el aliento de todos, sin importar la casaca. Simplemente, gracias. Un ejemplo de esos, de esos que se deben copiar. 

Por Mauricio Jacob