En el marco del Programa Federal de Vivienda y Mejoramiento del Hábitat de Pueblos Originarios y Rurales, dependiente de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano de la Nación, 22 familias de Villa Urquiza, tenían la posibilidad de acceder a su techo propio, pero con el voto negativo de tres ediles de la UCR en el Concejo Deliberante, este proyecto quedó truncado.

Desde la comuna comentaron que en la sesión del Órgano Legislativo local, no se logró el 2/3, es decir la mayoría especial, para enajenar los terrenos y entregar los mismos a 22 familias en situación de vulnerabilidad y con la real necesidad de contar con su predio y vivienda propios. Ya que con la firma de los tres concejales de la UCR votando en negativo, el Concejo Deliberante no cumplió en aprobar la ordenanza y de esta manera tampoco puede brindar una justicia social para quienes tenían muy cerca el sueño de iniciar el camino de un techo digno y en suelo propio.

Al respecto, el intendente Alberto Gastiazoro, junto a su equipo de trabajo y ediles que apoyan este Programa nacional, están trabajando para encontrar una pronta solución, que no es fácil, luego de la negativa por parte de los ediles del centenario partido.

“La municipalidad debe vender estas parcelas de tierra para estas familias que fueron ubicadas y que, según los requisitos que se solicitaban, cumplieron con los mismos”.

Cabe destacar que en la localidad y a través del mismo plan, se están ejecutando 6 viviendas de las cuales una está ubicada en Colonia Nueva y la otra en La Balsa.

“Es incomprensible pensar que, por mezquindades políticas, 22 familias de Villa Urquiza no pueden ser parte de este Programa del Ministerio de Planificación de la Nación” remarcaron las autoridades locales.

Además es dable señalar que en Entre Ríos ya se han construido 200 casas bajo este programa destinado a familias rurales y pueblos originarios, las cuales están distribuidas en 12 de los 17 departamentos entrerrianos. El objetivo es brindar un techo digno y ofrecer los recursos necesarios para evitar la dispersión del grupo familiar y potenciar su productividad en el mismo lugar donde habitan, para así respetar el arraigo de las familias y evitar la migración forzada hacia los centros urbanos.

En este sentido, el coordinador de Programas Especiales del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, Daniel Irigoyen, cuenta que “después que la gente tiene la vivienda, tratamos que se consolide también su medio de vida. Si ya lo tienen, les damos más elementos y los acompañamos para que un emprendimiento se desarrolle”, lo que habla del trabajo integral que se desarrolla con estas políticas inclusivas, cuestiones a las que seguramente no tendrán acceso las 22 familias villaurquicenses.

Las viviendas responden a las necesidades del habitante rural, con una amplia galería de frente, cubierta a dos aguas de caída libre, con ventanas que facilitan el ingreso de luz, sol y aire. Tienen 85,5 metros cuadrados, con espacios interiores separados entre el sector dormitorios con baño y amplia cocina-comedor-estar con salida a galería y se utiliza madera de la zona.