Uruguay: la tormenta política que “recién empieza”

Una trama de chats, grabaciones ocultas, un pasaporte para un narco y pruebas que se habría intentado ocultar. Lacalle Pou se enfrenta a la peor crisis de su mandato.

“Los espero el lunes en la inauguración del Hospital del Cerro, buenas noches para todos, muchas gracias”. Así terminó su esperada conferencia de prensa del sábado 4 el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, intentando dar una señal de que todo sigue como antes y que la crisis ha acabado. Pero no. Por la Presidencia había pasado un ciclón que arrasó con 2 ministros clave (Interior y Cancillería), 2 viceministros, y uno de los más cercanos asesores del mandatario. Una tormenta que, según los distintos actores, continuará.

Todo estalló el primer día de noviembre, cuando el semanario Búsqueda divulgó una investigación -que luego se confirmó en una declaración judicial- sobre cómo “el gobierno intentó ocultar a la Justicia los mensajes que intercambiaron (la ex vicecanciller, Carolina) Ache y (el ex viceministro de Interior, Guillermo) Maciel sobre el narcotraficante Sebastián Marset”. Esa nota publicaba un audio grabado por Ache al entonces canciller Francisco Bustillo, un chat del entonces asesor presidencial Roberto Lafluf convocando a la entonces vicecanciller a una reunión en Presidencia, y una detallada crónica que explicaba el intento de ocultar un documento en particular. Ese documento es la “pistola humeante” de este caso.

“Hola Caro. Podemos saber qué pasó con este delincuente detenido en Dubai por documento falso. Es un narco uruguayo muy peligroso y pesado. Saber si sigue detenido o si lo liberaron lo cual sería terrible”. El chat lo envió Guillermo Maciel a Carolina Ache, el 3 de noviembre de 2021, y es la prueba clave que demostraría que el gobierno uruguayo sabía exactamente quién era Sebastián Marset cuando le dio y envió en valija diplomática a Dubai -por esos días y en pocos días- un pasaporte uruguayo que le permitió quedar en libertad. El narco había sido detenido en Emiratos Árabes Unidos, en setiembre de 2021, por portar un pasaporte paraguayo falso. Con su flamante pasaporte de Uruguay, a fines de enero se fugó.

Ese intercambio de mensajes es el que un año después, en noviembre de 2022, cuando el escándalo por la fuga de Marset ya era un hecho político, el gobierno pretendía destruir o al menos ocultar, según declaró Ache al fiscal Alejandro Machado, quien investiga el caso. Para probar esto, Ache aportó varias evidencias. Las más reveladoras: el audio de una conversación telefónica en la que su jefe, el canciller Bustillo, le sugería que “perdiera” su teléfono (donde estaba ese chat), y el mensaje del asesor presidencial Roberto Lafluf convocándola a una reunión reservada, a pedido del presidente.

“Hola Caro, cómo estás. Me pide el presidente tener contigo y Maciel ahora a las 3 una reunión acá en el (piso) 11. Sería conveniente ingresar por el garage”, dice el mensaje. Según la ex funcionaria, en esa reunión el asesor les pidió y se aseguró de que ambos borraran ese chat de sus teléfonos, cosa que hicieron, y luego protocolizar el contenido del celular sin esos mensajes, algo que ella no aceptó.

En conferencia de prensa, el presidente Lacalle Pou reconoció haber convocado esa reunión con Lafluf, Ache y Maciel, “a los efectos de tener una línea única de trabajo y de acción” ante las diferencias que existían sobre si esas conversaciones debían ser entregadas a la Justicia o no. Agregó que pasó “dos minutos”, pero que no participó en el encuentro. Además, aunque dijo haber aceptado las renuncias de todos los implicados (Lafluf, Maciel, Bustillo y el ministro del Interior, Luis Alberto Heber) defendió sus decisiones. “No tienen ninguna responsabilidad legal en el otorgamiento del famoso pasaporte”, dijo. “Fuera narco o cualquier otra cosa, había que darlo. De acuerdo a la ley actual y a los decretos actuales, había que darlo”, agregó. Respecto a su proceder cerró: “Tengo la conciencia tranquila”.

Las reacciones

Aunque desde el oficialismo se intentó, con estas renuncias y explicaciones, dar por terminado el episodio, algunos de los socios de la coalición de gobierno no quedaron conformes.

El Directorio del Partido Nacional del presidente Lacalle Pou expresó su “total respaldo” a las decisiones tomadas, al igual que el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, socio del gobierno de coalición. Sin embargo, los colorados “deploraron” lo sucedido que “ameritaba” el alejamiento de los ministros, y dijeron que esperan que el tema se resuelva en la Justicia.

Uno de los socios más importantes de la coalición de gobierno, el senador y líder de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos, dijo al programa de radio En Perspectiva que “quedan varias páginas de este libro” y que “claramente hubo un proceder raro que hay que determinar a qué se debe”. “No quiero usar el término ‘mintieron’, pero al menos no dijeron todo: no dieron el tenor de esos chats; no dijeron que se estaba en conocimiento de que se trataba de un peligroso narcotraficante; no se dio la versión completa que ahora está saliendo a la luz a partir de estas nuevas declaraciones de la exvicecanciller”, agregó. “Acá hay un tema central que es llegar a la raíz de por qué ocurrieron determinados hechos, por qué ese pasaporte fue expedido con tanta celeridad”.

Pero, evidentemente, los mayores cuestionamientos llegaron desde la oposición. El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, convocó una conferencia de prensa al día siguiente en la que dejó algo claro: “El presidente está convencido de que con esto dio vuelta la página, pero para nosotros la página recién empieza”. “Esperábamos una mayor contundencia en asumir con modestia errores que la propia Presidencia cometió”, agregó.

El expresidente José Mujica fue más duro: “Nos parecemos más a una república bananera que a ese Uruguay que todo el mundo tendía a respetar, a pesar de sus limitaciones, y que se diferenciaba institucionalmente en este convulso continente”. En entrevista con radio Universal dijo que le dio “la impresión de que” el mandatario quiere dar “vuelta la página”. “Hablando en lenguaje sencillo: muerto el perro, se acabó la rabia. Ahora, yo pienso que esto queda supurando y no le hace bien al país, lamentablemente. No lo deseo, ojalá me equivoque”.

Los politólogos Daniel Buquet y Daniel Chasquetti no ven que el capítulo de esta crisis política esté cerrado.

“En su conferencia se lo vio relativamente solvente, pero no dio muchas explicaciones. O dejó algunas cuestiones sin aclarar”, dijo el doctor en ciencias políticas Daniel Buquet. “El escenario que se genera a continuación da toda la impresión de que esto no está saldado ni mucho menos (…) Seguimos en medio de una crisis política”, agregó.

Por su parte, el también doctor en ciencias políticas, Daniel Chasquetti analizó que el presidente uruguayo “hizo lo correcto de sacar a todos los implicados”, pero considera que se equivocó en un relato de “negación de los hechos”. “Se equivocó cuando ya abrió un juicio. Cuando sabemos que la fiscalía va a hacer una investitgación, el presidente hace un juicio diciendo que no tienen responsabilidad legal”.

Los análisis y cuestionamientos periodísticos también pululan por estos días en Uruguay. En el programa de tertulia televisiva “Polémica en el Bar”, la periodista Patricia Madrid comenzó su intervención citando al escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, en uno de los pasajes de su opera prima “El Pozo”: “hay muchas formas de mentir pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando al alma de los hechos”. Y añadió que “lo que ayer el presidente hizo fue ocultarle el alma de los hechos a la ciudadanía. Y el alma de estos hechos es la elaboración de un complot que se pergeñó para tapar una error político, no jurídico, político, que fue la entrega de un pasaporte a un narcotraficante”.

Lo que sigue

La Fiscalía General de la Nación anunció este lunes que el fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Alejandro Machado, se hará cargo de esta nueva parte de la investigación. Ya venía investigando el otorgamiento del pasaporte a Marset y ahora también “lo que se deriva de las declaraciones de la ex subsecretaria Ache”, dijo el vocero de la Fiscalía, Javier Benech.

El Frente Amplio pretende volver a llevar el tema al Parlamento, en primer lugar como “asunto político” en la sesión ordinaria, para hablar del tema, y en segundo lugar analiza crear una comisión investigadora al respecto.

El partido de izquierdas uruguayo, que gobernó el país entre 2005 y 2020, dijo que intentará presionar para que esta crisis permita aprobar una ley largamente buscada: la ley de financiamiento de partidos políticos. “Nosotros no podemos permitir que el narcotráfico se meta en la política”, sostuvo Fernando Pereira.

Más allá de todos los cuestionamientos, este lunes, el presidente Lacalle Pou inauguró un nuevo hospital público en el Cerro, un barrio popular de Montevideo. Allí fue recibido con gritos y carteles de apoyo como “Luis promete y cumple con los vecinos”, y otros de cuestionamiento como “con un ‘hospitalito’ no se tapa la corrupción, la mafia ni el hambre en niñ@s”, “renuncias no, destitución” y “gobierno corrupto”.

Pero el mandatario no habló de la crisis política durante el discurso. Cuando se iba, un hombre le gritó: “¡hacete cargo!”. A lo que Lacalle Pou le respondió: “Estoy tratando. Estamos en eso”.

(ers)

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