Urcía: “La recomposición del stock perdido por la sequía, que obligó la venta forzada de hacienda, llevará varios años”

El vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas y dirigente del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina, Daniel Urcía, sostuvo que “la recomposición del stock perdido por la sequía, que obligó a la venta forzada de hacienda, llevará varios años, en los cuales la oferta para faena y de carne será más moderada. Esto debería impulsar o sostener los precios ganaderos. Como contracara, el sector industrial se verá afectado, ya que la baja en la faena incrementará los costos fijos por unidad producida”. Acotó que “la precaria situación económica y la incertidumbre sobre la definición del futuro gobierno, son factores externos que agravan la situación productiva, haciendo más necesario que nunca que haya definiciones que lleven tranquilidad y previsibilidad, con reglas claras, para una actividad cuyo ciclo biológico demanda entre 3 y 4 años…”.

“Este 2023 terminará con una faena alta, por la liquidación antes mencionada, por lo que la cadena propone y pide medidas que mejoren la rentabilidad sectorial a los efectos de que crezca la productividad. Agosto por ejemplo, fue un mes de la recomposición de precios de la hacienda para la faena y por ende, de la carne, luego de un largo período de al menos un semestre con atrasos fuertes respecto de la inflación y de los costos sectoriales. Al cerrar julio, la inflación acumulaba un 115% interanual y la recomposición de precios de la carne al consumidor de la carne estaban apenas por encima del 70%, mientras que la hacienda había tenido mejoras de sólo 60%. Los aumentos que hubo, coincidentes la primera con el “dólar-maíz” y la segunda con la devaluación que se produjo tras las elecciones primarias, impactaron fuertemente en la faena que finalizó con una caída en promedio del 10% comparativamente con la faena diaria de julio. En algunas plantas la caída de actividad en las últimas semanas fue de 30% y motivada por una fuerte baja en el consumo y efecto de heladeras llenas en las carnicerías. Como tantas veces lo hemos explicado, el precio de la carne se forma de manera transparente por oferta y demanda: una menor producción chocó luego con un consumo castigado por la crisis económica… Tal vez la carne sea el único producto que con una inflación del 12% en agosto (y una proyección similar para este mes), que va a mostrar una disminución en septiembre…”. 

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