Urcía: “El sector ganadero necesita medidas que permitan enfrentar un 2023 que será complicado”

El médico veterinario y vicepresidente de FIFRA (Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas) y del IPCVA (Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina), Daniel Urcía, expresó que las perspectivas para el sector ganadero para este 2023 no son buenas, “por la caída del consumo y la baja competitividad exportadora, por eso se requieren de medidas que permitan afrontar los diferentes obstáculos. Estamos al inicio del año y se impone un análisis de la actividad en el anterior y una proyección sobre lo que podría suceder en el futuro. Al respecto, la faena de 2022, de acuerdo a la información que publica la Dirección de Control Comercial Agropecuario, fue de 13.498.733 vacunos, lo que representa un 4,10% superior a la de 2021 (12.966.551) y en lo que respecta a porcinos, el número final asciende a 7.666.012, un 2,42% superior al año anterior (7.484.270), confirmando así la tendencia de crecimiento continuo en la última especie. Respecto de la faena de bovinos, le prestamos especial atención a la de la categoría ‘vacas’ de acuerdo a su tipificación por dentición y pudimos advertir que dicha categoría aumentó en un 11% respecto al año anterior”.

En cuanto a los precios de la carne, el dirigente sostuvo que “venimos diciendo que desde junio del año pasado evidencian un atraso considerable con respecto al índice mensual al consumidor. Según el INDEC, el rubro carnes y derivados aumentó ese mes, 3.1%; en julio 2.2%; en agosto 3%; en setiembre 4.5%; en octubre 3.6%; en noviembre 0.9% y en diciembre, 3%. Por otra parte, el mismo Instituto confirmó que el IPC aumentó mucho más, en junio, 5.3%; en julio, 7.4%; en agosto 7%; en setiembre, 6.2%; en octubre, 6.3%; en noviembre, 4.9% y en diciembre, 5.1%. El correlato de este atraso en los precios de los cortes al consumidor fue el atraso considerable en los precios de la hacienda terminada. Por lo tanto, consideramos que es inevitable una recomposición de los valores del ganado para faena y por ende al consumidor. No podemos precisar cuándo y de cuánto será esa mejora, pero sí estamos seguros que ocurrirá y que es necesario para que los productores tengan ingresos para paliar la difícil situación de sequía y seguir en la actividad”.

Urcía acotó que “será un año muy difícil para el sector de ganados y carnes. A los problemas climáticos debemos sumar que en general hay un poder adquisitivo severamente deteriorado y cuando se produzca la recomposición de precios habrá una caída en la actividad de faena, afectando así sector industrial y comercial. Los costos han subido. La recomposición salarial anual fue superior al 110%, los aumentos de energía y combustibles fueron periódicos y se compensaron sólo parcialmente con la mayor faena de año pasado. En este nuevo escenario, donde el mercado doméstico seguirá deprimido y la actividad exportadora sigue con niveles de precios bajos, seguramente habrá situaciones de zozobras en aquellas empresas que no estén bien consolidadas”.

En relación al debate sobre la comercialización por troceo, dijo que “desde FIFRA sostenemos que la modalidad comercial debe ser libre y no estar condicionada por reglamentación alguna. Por el contrario, se deben dar debido cumplimiento por parte del sector privado de las condiciones de laborales en lo que respecta al trabajador y de inocuidad en lo que refiere a salud pública. Por su parte, el Estado (nacional, provincial o municipal) debe controlar que esas condiciones se cumplan. Durante todo este tiempo hemos demostrado debidamente que todos los argumentos que se quisieron dar para sostener un troceo obligatorio carecen de fundamentos adecuados, también demostramos que es un relato que en otros lugares, como es el caso de Europa, esté prohibida la comercialización de medias reses. Consideramos que el debate puso de manifiesto que se debe trabajar fuertemente y en conjunto el sector público y el privado para mejorar la inocuidad de los establecimientos de faena y también debemos instrumentar un régimen tributario especial y simplificado para las carnicerías. Además, se debe lograr un acuerdo entre las provincias para que la alícuota de ingresos brutos no supere el 1,5%, solo con un trabajo integral sanitario e impositivo mejoraran las condiciones laborales y de inocuidad que den garantías a todos”.

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