Una seguiense construye su camino en España

Gabriela Bastida es ingeniera en materiales y se encuentra cursando el Doctorado en Tecnología Química en la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe). En ese trayecto surgió la posibilidad de efectuar una instancia de investigación en Girona (Cataluña, España) por tres meses, pero la estadía se prolongó. “Les gustó mi forma de trabajar y me propusieron que volviera para continuar junto a ellos y me contrataron como profesora en la Universidad de Girona. De modo que actualmente además de ser docente estoy haciendo la Cotutela (tesis doctoral elaborada por el doctorando entre dos universidades de diferentes países) con las universidades de Girona y la UNL”, le contó la oriunda de Seguí a Canal 6 ERTV.

– ¿Te lo esperabas?

– Cuando estaba acá en España en la primera etapa, me comentaban: “Vamos a ver si volvés el año que viene por más tiempo para hacer otra colaboración”. Pero son cosas que se dicen en las despedidas y quizás quedan ahí. Pasaron unos días después de mi llegada a Argentina y me llamaron para que vuelva. Se demoró por un tema burocrático pero ya estoy acá instalada de nuevo.

– ¿De qué trata tu profesión?

– Los ingenieros en materiales trabajamos en todos los procesos tanto de obtención o de producción para darle forma a los materiales ya sea desde la extracción del mineral o del metal. Todo lo que es los polímeros, lo que conocemos como plásticos, los cerámicos, materiales compuestos, materiales especiales… Particularmente trabajo en biomateriales y materiales lignocelulósicos que son los del papel y la madera.

– ¿Existe mucha diferencia en tu ambiente entre Europa y nuestro país?

– Estamos muy en sintonía, se está trabajando mucho en materiales bio bazar, materiales sustentables, sostenibles. En España existen más recursos o mayores facilidades para conseguir equipamiento, pero en Argentina con lo poco que tenemos creo que también se está por el buen camino en el proceso de esta industria.

– ¿Cómo te llevás con el idioma?

– Fue un tema ja. Cuando vine a España dije “no necesito aprender idioma porque voy a España”, pero no fue así porque acá estamos en Cataluña y hablan catalán. Estamos a 100km de Barcelona, tuve que aprenderlo. Ya había estado el año pasado y lo podía entender; pero después lo aprendí en profundidad porque mis clases son en catalán y todos los apuntes, los libros, las diapositivas, todo lo tuve que escribir en catalán. Si bien yo lo hablaba a los estudiantes en castellano, el material de soporte está escrito en catalán. Además en el laboratorio contamos con gente de diversos países, de Francia, de Italia, Brasil, México, Argentina, catalanes, españoles entonces en general hablamos inglés, es el idioma con el que nos entendemos todos.

– ¿Cómo estás viviendo esta experiencia?

– Es impensado, tomar un tren y poder recorrer todo España y un avión y estar en otro país en una hora, son facilidades que desde Argentina era muy difícil imaginar por cuestiones económicas. Estoy muy bien en lo personal, estoy cómoda con el grupo de trabajo, ya tengo un grupo de amigos muy lindo, la gente con la que convivo también nos llevamos bien, entonces me adapté muy rápido y fácil. Al idioma también me adapté sin demasiados inconvenientes, la comida es muy similar, las costumbres, eso ayudó. Y aprovechamos cada tiempo libre para recorrer y conocer porque hay lugares asombrosos.

– ¿Qué extrañás?

– Es un tema, pasa no estar en los días importantes como el Día del Padre, en el cumpleaños de alguien querido, la tecnología ayuda a estar más conectado todo el tiempo, eso es más fácil, pero igual en momentos se extrañan los afectos.

– ¿Cuáles son tus proyectos?

– En principio tengo contrato por tres años como profesora y para terminar mi doctorado acá. En Argentina son cinco años de doctorado y aquí tres, entonces justo hice dos en Argentina y los otros tres los hago acá. La idea después es continuar con post doc y si me siguen contratando, seguiré en España.

– ¿Te has cruzado con algún otro entrerriano?

– Somos un montón, de hecho hay un grupo que se llama “argentinos en Girona”. Son más de 2.000, incluso muchos de ellos llegaron a juntarse para ver los partidos del Mundial. Por ejemplo el primer colectivo me encontré con el chofer que era de Córdoba, después encontré un almacén que vende productos argentinos, hay una familia completa de Paraná viviendo aquí, tengo amigos en Barcelona que son de Seguí y nos encontramos, una vez fui de vacaciones a Andorra y en el hotel que me hospedé habían siete argentinos trabajando, realmente somos muchos desparramados por Europa.

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