Una opinión sobre el “Viejo Molino Doll”

Néstor Mana, un lector nos acercó una nota referida al Molino Doll, dejando una interesantes reflexiones sobre este emblemático lugar: “Yo, como otros tantos nostálgicos de años y décadas atrás, fui hasta el paraje Molino Doll en mayo pasado y no encontré más que un montón de escombros de lo que fue el viejo molino harinero, que le dio el nombre al paraje. Ni rastros del galpón ni del ‘Salón Re’, que en los años ’60, anunciaba la actuación entre otros de ‘El Quinteto Azul’, ‘Remembranza y Recordación’, ‘El Conjunto de los Hermanos Jordán’; ‘Amador Navoni y su conjunto Santa Inés’; ‘Los Hermanos Copello’ y la Compañía de Bernardo de Bustinza (Santa Fe), con la novela ‘Somos los hijos de Nadie’ y ‘La rubia Mireya’ o en la década del ’70 (¡mi Dios, qué nombres!), Los Príncipes del Compás en mayo, junio, julio y agosto, Los Gradiantes, de Paraná; Osvaldo Chiappesoni y su conjunto, de Crespo; ‘Cochito Domínguez y su armónica’ y Los Panthers; ‘La Trilogía de los Éxitos’; Gasparín, Brunelli y Pigliapo y sus conjuntos característicos; ‘Armonía Tropical’, del maestro Del Valle; ‘El Circo de los hermanos López’; Antonio Tarragó Ros, Eduardo Monge y tantos otros. ¿Quién desde Seguí, Viale, Crespo, Diamante, Ramírez o Victoria, no fue testigo de aquellos tiempos de alguno de estos encuentros? ¿Qué joven de entonces no hizo amigos, amigas o encontró su pareja en alguno de esos eventos? Hoy no le quedan ni las chapas, ni el piso, ni nada, sólo un montón de escombros, como mis recuerdos de los domingos de verano bañándonos en el dique, donde muchos aprendimos a nadar, donde les ‘robábamos’ un mate a las chicas y compartíamos el asado con los amigos. Todo eso se terminó y no por la edad, sino porque los chicos de hoy no pueden hacerlo. Ni hablar del ‘viejo molino harinero’, donde también funcionó la panadería de Rausch, el ‘inventor’ de los caramelos de miel. Todo tirado abajo… Ese viejo molino, construido en el siglo XIX por el ingeniero holandés Doll. ¿Qué van a decir sus descendientes, radicados actualmente en Ramos Mejía (Buenos Aires), de la construcción de su bisabuelo, cuando no la encuentren y vean solamente un montón de ladrillos molidos, apisonados por las ruedas de una topadora que demolió todo? El Molino Doll debió haber sido declarado de interés cultural hace 30 años, cuando ya el Molino Forclaz, en Colón, era un lugar turístico. Y como si esto fuera poco, también arrasaron con el 50% ó 60% del bosque donde estuvo la cancha de fútbol, por donde pasaron ‘señores’ equipos”.

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