Una iniciativa busca frenar el avance de la acacia negra

acacia negraLa Comisión de Tierras, Obras Públicas, Recursos Naturales y Ambiente de la Cámara Baja, que preside la diputada Gabriela Lena (Cambiemos-Chajarí) emitió un dictamen favorable para que la Legislatura entrerriana sancione una ley que declare a la acacia negra como una plaga. El proyecto de ley fue presentado en 2014, autoría del diputado Jorge Monge (Cambiemos-Diamante) y fue suscripto también como coautores, por su par de bancada Fuad Amado Sosa (Nogoyá); Juan Navarro (FpV-Tala) y Estela Almiron (MC).

Luego de dos años el proyecto tuvo un despacho favorable de los Diputados que ahora integran la Comisión, de manera que esta propuesta, pronto será tratada en el recinto, con el objetivo de concederle el rango de Ley de la provincia.

La acacia negra es una especie arbórea cuyo nombre científico es “gleditsia triacanthos”. Se trata de un árbol de crecimiento rápido que puede llegar hasta unos 20 o 30 metros de altura en menos de 40 años. Tiene gran capacidad de rebrote, por las raíces, y además de ser resistente a la poda y a la sequía también se lo considera nocivo para el desarrollo de la agricultura.

“Se trata de una especie exótica, no natural de nuestra macro región (es originaria de Estados Unidos) que en Argentina tiene efectos dañinos, ya que al formar bosques hace que los productores pierdan terrenos con pasturas para el ganado” se explicó.

El árbol, además, cambia el paisaje de pradera pampeana por el de bosque templado y avanza transformando pastizales abiertos en sabanas y, dentro de sectores bajos y banquinas, forma montes densos.

Además, la acacia negra se extiende muy rápidamente y donde lo hace, abajo de ella, no crece casi nada, ocupa espacios aptos para el pastoreo animal (al cual reemplaza) y con sus espinas provoca lesiones en los vacunos, que son disparadoras de otras complicaciones sobre la salud animal.

En tal sentido y dado el alto carácter reproductivo de la especie por la dispersión ocasionada por medio de los cursos de agua y de los sistemas fluviales y el ganado bobino al bostear, se observan formaciones rápidas de bosques de esta especie sobre las márgenes de los cursos de agua.

Los especialistas en la conservación de los ecosistemas señalan que los hábitats de borde (de vasta extensión en nuestra provincia) y sobre los que avanza la acacia negra, son muy importantes para sostener las poblaciones de vertebrados nativos, como el coipo, el zorro gris, la comadreja colorada, el cuis (Cavia aperea), la rana del zarzal, el lagarto overo, el pato maicero, la garza bruja, todas especies que el avance de la acacia negra pone en peligro.

“Desde el sector de la producción agropecuaria como de los especialistas de los ecosistemas y la flora – manifestó el Diputado Monge en los fundamentos del proyecto – se observa una clara coincidencia en que la significativa invasión que esta especie viene desarrollando en amplias zonas de nuestro territorio provincial produce una problemática que requiere una intervención de los poderes públicos que morigere en primera instancia los inconvenientes que ocasiona y luego elimine esta especie exótica”.

También las espinas en forma de pirámide de significativa longitud y dureza, son motivadoras de otra serie de inconvenientes sobre la logística de la actividad agropecuaria de nuestra provincia, ya que la rápida formación de ejemplares robustos de esta especie a los márgenes de los caminos y senderos interiores de los establecimientos, produce con facilidad la rotura de la lonas de protección de los camiones transportadores de cereal a la vez de producir ralladuras sobre su chasis lo mismo que pinchaduras en los neumáticos.

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