Un estudio reveló cómo afectan al cuerpo las altas temperaturas

correrCuando llegan los días de calor, muchas personas se motivan para empezar una rutina de entrenamiento. El clima y el falso mito de que la transpiración elimina la grasa pueden ser razones para motivar a cualquiera. Pero, ¿qué sucede en el cuerpo?

Un grupo de investigadores de la Universidad de Oregon estudió durante 10 días a dos grupos de 20 ciclistas profesionales del equipo representativo de la institución y de clubes de la zona, con una rutina moderada: 45 minutos de bicicleta, 10 de descanso y luego otros 45 más de pedaleo. La única diferencia estuvo en que mientras el primero entrenaba a 40 grados centígrados, el otro lo hacía a 12°.

Luego de esos 10 días, los volvieron a reunir para realizar la misma rutina, pero solo a 12°. La diferencia entre ambos grupos fue sustancial: los que entrenaron al calor intenso aumentaron, en promedio, su capacidad un 6% en temperaturas más bajas, pero también produjeron 5% más de poder aeróbico (medido como V̇o2max), 5% más de más de potencia de salida en el umbral de lactato, y un 9,1% más de trabajo cardíaco.

“Cuando se está haciendo ejercicio en el calor, se necesita enviar la sangre a los músculos para que pueda seguir haciendo ejercicio y además se tiene que enviar la sangre a la piel para que pueda refrescarse”, explicó Santiago Lorenzo, líder de la investigación.

Cuando el cuerpo siente que no tiene suficiente sangre para realizar la tarea, entonces puede crear más plasma y eso puede mejorar la performance cuando se está en situaciones de menor exigencia climática.

“Ese incremento en el volumen de la sangre estimula al corazón y, a su vez, aumenta la capacidad de oxígeno en el organismo”, publicó Infobae.

Sin embargo, los investigadores explicaron que el estudio, publicado en The Journal of Applied Physiology, tiene sus limitaciones. Por un lado, no reveló demasiado para las personas que están centradas en entrenamiento de fuerza o cómo los atletas que están acostumbrados a entrenar en altas temperaturas se desempeñan en atmósferas muy frías.

Pero, dijeron los especialistas, sí sirve para entender el viejo adagio de los corredores de cross-country, que dice que los campeonatos “se ganan entrenando en el verano”.

Los investigadores sostuvieron que el entrenamiento en calor también acarrea beneficios positivos en la dieta, ya que cuando el cuerpo se encuentra “caliente” suprime el apetito.

“Los que entrenan en bajas temperaturas saben que cuando regresan pueden sentir hambre de inmediato. Cuando se realiza en un día caluroso, lo normal es no tener apetito”, finalizó Santiago Lorenzo.

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