Un cazador pagó 110.000 dólares para visitar Pakistán y matar cabras en peligro de extinción

Un cazador de trofeos estadounidense se gastó 110.000 dólares en un viaje a los Himalayas del norte de Pakistán para cazar una cabra montesa en peligro de extinción. No contento con ello, el hombre posó triunfante con su trofeo. Las imágenes han provocado la indignación internacional.

Al parecer, Bryan Kinsel Harlan posó con la Astore markhor, una cabra montesa que pasa por ser el animal nacional oficial de Pakistán. Los titulares de Harlan a la prensa especializada: “Fue un tiro fácil y cercano. Me complace haber conseguido este trofeo”.

Tal y como informa el medio The Independent, el cazador de Texas es solo el tercer estadounidense en visitar Pakistán específicamente para matar a este animal. Imágenes en un video muestran al hombre disparando a la cabra que estaba sentada junto a su cría. A Harlan luego lo graban entre los guías locales que lo asisten.

Otro video muestra a Harlan agradeciendo a todos por ser “tan hospitalarios” y recomendando que cualquier estadounidense interesado visite Pakistán y siga su ejemplo. Por supuesto, suponemos que la mayoría no deben estar demasiado contentos con sus intensiones y lo que le está haciendo.

Sea como fuere, la fotografía de Harlan ha provocado una reacción violenta en las redes sociales. Los locales han aprovechado la polémica para reclamar por la falta de leyes preventivas que rodean la polémica afición de la caza. Mientras, el propio Harlan, además de las autoridades pakistaníes, afirma que estas muertes son parte de un esfuerzo de conservación saludable y que son necesarias para mantener el ecosistema. Según el cazador: “este es un ejemplo perfecto de cazadores y lugareños que se unen para un objetivo común de conservación”.

Sin embargo, la realidad es que estas cabras montesas han experimentado una disminución preocupante de la población en los últimos años, principalmente por la deforestación, la invasión militar en la zona, la caza furtiva o la caza de trofeos no regulada. En cambio, las autoridades pakistaníes se defienden asegurando en medios como The Washington Post que solo los clientes que pagan como Harlan tienen permitido cazar.

La población de estos animales en Pakistán alcanzó un mínimo preocupante de 2.500 en 2011. Las autoridades regionales respondieron estableciendo cinco santuarios en la India para que se criaran y vivieran en libertad prohibiendo que los cazadores furtivos locales actuaran. Los cazadores extranjeros, sin embargo, sí están permitidos, aunque con algunas estipulaciones.

A los estadounidenses como Harlan se les permite visitar la región y matar, pero el animal debe ser macho y ser cazado en un “área de conservación comunitaria” designada. Además, las matanzas no deben exceder las 12 cabras individuales.

Se estima que alrededor del 80% de las ganancias resultantes de la caza de trofeos se atribuye a “residentes aislados” que viven en el hábitat del animal. El dinero restante viene de diversas agencias de vida silvestre del gobierno. (Fuente: The Independent, The Washington Post).

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