Un avión fue abandonado en un desierto

Desde 1986, se hace un festival todos los años en el medio del desierto de Black Rock en Nevada, Estados Unidos. Burning Man es todo un fenómeno cultural. Inspiró a otros festivales en el mundo. Reúne alrededor de 70 mil personas que buscan “escapar del capitalismo” y “liberarse de las tareas diarias” de forma creativa. El evento es conocido por las estructuras gigantes que suelen poner, como escenarios de DJs y carpas de rituales. Este año hubo una muy particular: un avión Boeing 747.

Esa atracción excéntrica fue aprobada por la Oficina de Administración de Tierras de Nevada, que es la encargada también de permitir que se haga el festival. El avión fue parcialmente armado como una instalación de arte. Luego, a la noche, la aeronave sirvió como boliche.

Sin embargo, cuando terminó el festival el 4 de septiembre, empezaron los problemas. Cuando terminó el evento, se desarmó todas las instalaciones menos la aeronave. Este quedó abandonado en el medio del desierto. Supuestamente, la persona que iba a recoger el vehículo se retractó a último momento. La empresa organizadora, Big Imagination, tuvo que buscar a alguien que se haga cargo de Boeing 747 hace más de dos semanas.

Mientras le busca un lugar, lo movieron a 10 kilómetros al norte del campamento, ocupando un territorio sin permiso. La Oficina de Administración de Tierras de Nevada ya les advirtió que deben solucionar esta situación. Los organizadores declararon que hay planes de trasladar el avión a otro destino y que están trabajando lo más rápido posible.

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