"Un 60% de las pequeñas y medianas empresas, están heridas de muerte"

Es evidente que la actividad comercial se ve sumamente afectada por la situación que engloba al Covid-19 y las consiguientes medidas restrictivas para controlar la pandemia. Si bien el mundo económico poco a poco comenzó a reactivarse, aún el ritmo es muy lento y el daño producido en estos meses fue severo. Sin olvidar que aún existen muchos rubros que no abrieron sus puertas y el riesgo de cierre definitivo es latente. Reinaldo Reichel, presidente del Centro Comercial, Industrial, Agropecuario y de Servicios de Libertador San Martín, dialogó al respecto con El Observador.  

– ¿Qué aspectos preocupan en el ámbito comercial dentro de este contexto?

– Muchos temas importantes confluyen acá. El que está al frente de un negocio sabe lo que es la angustia, te llega el vencimiento del alquiler y hay que pagarlo y si llegan los proveedores hay que pagarles, si tenés empleados debés pagarles los sueldos, también tenés impuestos, servicios y demás gastos. Lamentablemente a esta situación la mayoría de los funcionarios públicos no la han contemplado, desde la Nación hasta el último intendente. La mayoría no son gente que alguna vez en su vida han tenido que pagar sueldos, o han tenido que pagar alquiler o proveedores, entonces ellos no tienen las vivencias de un comerciante común y corriente. La política de protocolo de seguridad sanitaria viene desde la Nación y la toman de acuerdo a las referencias en Ciudad de Buenos Aires y el conurbano donde la realidad con los pueblos del interior es completamente distinta. Aquí podemos controlar mejor y mantenemos una rutina con cuidados para evitar contagios, por lo que la actividad comercial debería habilitarse plenamente.

– ¿Hay riesgo que algún local cierre?

– La situación estaba mal antes que empiece la pandemia y esto ha sido el masazo final para varios. Algunos ya han cerrado, están entregando el local como por ejemplo el caso de un gimnasio. No hay espaldas de parte de los profesionales para sostener el alquiler. Un gimnasio no se hace en un local de 2×2, entonces es caro el alquiler por ese espacio y lamentablemente se debe cerrar. En Libertador tenemos muchos locales de alojamiento que están padeciendo. También pequeños negocios que tampoco han tenido la capacidad monetaria para afrontar tales gastos. Respecto a las tiendas de ropa, la cuarentena las tomó sin lograr liquidar la indumentaria de primavera-verano y sin poder adquirir la ropa de otoño-invierno.

– ¿Existen herramientas para paliar estas complicaciones?

– Tenemos una multitud de anuncios de parte del gobierno nacional, pero que esto se lleve a la práctica es un tema. El crédito al 24% con los meses de gracia, ¿cuándo lo recibieron? Los bancos no lo entregaron. Son todos anuncios, pero pocos concretados. No hay posibilidades de subsistir, el gobierno nacional tiene una situación donde no han elaborado un plan económico desde el inicio. Afrontaron el tema de manera improvisada. Dialogando con directivos de CAME, un 60% de las pequeñas y medianas empresas, están heridas de muerte, atraviesan un serio peligro. Si no sucumbió en este poco tiempo, lo harán próximamente. Estaremos muy reducidos en cuanto al potencial económico para recuperar la economía.

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