Tres ataques terroristas en dos días en Europa

El terror y el pánico se apoderaron del viejo continente después de la matanza en Bélgica hecha por “soldado del Estado Islámico”. Un increíble caso se produjo cerca de la ciudad holandesa Rotterdam, donde la policía mató un hombre que gritaba “Allahu Akbar” en el balcón de una casa, con un hacha en la mano y que agredió a agentes que intentaron reducirlo.

La policía, según el reporte oficial, intervino después de un llamado, y los uniformados intentaron comunicarse con la persona que “se negó a cooperar”. Entonces, se intentó ingresar a la casa, pero el hombre reaccionó lesionando a un perro policía y amenazando a los agentes, quienes trataron de calmarlo con una Taser, pistola neutralizadora de electrochoque.

Como el sospechoso seguía resistiéndose, terminaron disparándole con balas. Herido, el agresor murió en el hospital. Por otra parte, una persona atacó con puñal a dos pasajeros de un tren en Flensburg, norte de Alemania, los hirió de gravedad y terminó abatido por la policía.

Respecto de la masacre ayer en Lieja, en Bélgica, seguidores de Abu Bakr al Baghdadi reivindicaron lo sucedido y aseguraron que se trató de una acción efectuada por un “soldado del Estado Islámico”.

El hombre, Benjamin Herman, asesinó a tres personas en Lieja, ya había matado a otro hombre la noche anterior en Marche-en-Famenne, a 50 kilómetros de Lieja. Durante la matanza de Lieja, la fiscalía federal confirmó que el joven de 31 años gritó varias veces “Allah Akbar” (“Alá es grande”): la primera en la calle, tras atacar y matar a los dos agentes, y la segunda saliendo del recinto de la escuela, donde tomó como rehén a una mujer.

Darifa, la empleada que se ocupaba de la limpieza de una escuela que terminó como rehén del asesino, contó que Herman le preguntó si era musulmana y si cumplía con el Ramadán, mes de ayuno islámico. La mujer le respondió que sí y entonces él decidió perdonarle la vida. “No te haré nada”, le dijo y la invitó a que llorara no por miedo sino por “los hermanos palestinos y sirios”.

Herman era conocido por la policía desde que era menor de edad: junto con su hermano Dimitri ya había cometido robos violentos a los 16 años. Desde entonces, tuvo una serie de ingresos y de salidas de prisión entre drogas, robos y violencia, lo que hace un perfil similar a “muchos lobos solitarios” del ISIS que han derramado sangre en Europa en los últimos años. (perfil).

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