Trastornos del sueño: ¿Cómo mejorar el descanso?

La Organización Mundial de la Salud viene alertando en los últimos años sobre los trastornos del sueño, situación que afecta al 40% de la población mundial. Al respecto, la Dra. Paola Caro (MN Nº 113.445, directora médica de Vittal), comentó que “el insomnio es uno de los trastornos más comunes, pero que no se debe subestimar ni pasar por alto por las consecuencias que acarrea en el organismo. La persona que lo padece posee dificultad para conciliar el sueño o en los casos más severos, permanece despierto durante toda la noche. Por otra parte, el Síndrome de Apneas-Hipopneas Obstructivas durante el sueño (SAHOS) es uno de los más comunes en los adultos mayores. Afecta a gran parte de la población general, aumentando progresivamente este porcentaje luego de los 50 años. Es una patología que se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración superiores a los diez segundos, que producen una inadecuada oxigenación y que se acompaña de diversos síntomas o complicaciones. El ‘Síndrome de las piernas inquietas’, es una enfermedad que se origina por alteraciones en la transmisión de hierro y dopamina en el sistema nervioso central. Esto provoca una sensación molesta y una necesidad de mover las piernas mientras la persona intenta conciliar el sueño. La ‘Narcolepsia’ en tanto, es una afección caracterizada por una somnolencia extrema durante el día y quedarse dormido de repente durante el día. Planteado esto, es importante subrayar que el dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo, inclusive el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor. El dormir ayuda a pensar con más claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor. En contraposición, la pérdida de sueño daña los niveles superiores de razonamiento. Además, el cansancio hace que las personas resulten menos productivas en el trabajo”.

“Una buena noche de sueño consiste en 4 o 5 ciclos de sueño. Cada uno de los mismos incluye períodos de sueño profundo y movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño desincronizado, es decir, cuando se sueña. Si bien las necesidades personales varían, en promedio un adulto necesita dormir entre 7 y 8 horas por noche y los bebés, generalmente duermen unas 16 horas diarias. Por otro lado, los niños pequeños necesitan 10 horas de sueño, mientras que los adolescentes, al menos 9. Muchas cuestiones pueden interrumpir el sueño, tales como la cafeína y la luz de televisores, teléfonos celulares o tablets, que pueden dificultar el inicio y mantenimiento del sueño. En ese marco, estas son algunas recomendaciones para lograr un buen descanso: 1) Acostarse todas las noches a la misma hora y levantarse a la misma hora cada mañana. 2) Dormir en un ambiente oscuro, tranquilo y cómodo. 3) Hacer ejercicio diariamente (pero no inmediatamente antes de irse a dormir). 4) Limitar el uso de aparatos electrónicos antes de ir a dormir. 5) Antes de acostarse, relajarse con un baño caliente o leer algo que no sea desde una pantalla. 6) Evitar el alcohol y los estimulantes como la cafeína al final del día. 7) Evitar la nicotina. Finalmente, es fundamental tener en cuenta que no descansar bien tiene serias consecuencias por lo que no debe descartarse consultar con un profesional de la salud…”.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.