Tras un muerto por Carbunco, explican sobre esta enfermedad

carbunco 1El ántrax o carbunco es una enfermedad infecciosa aguda causada por una bacteria llamada “Bacillus anthracis”, que afecta a los seres humanos, cuando estos tienen contacto con los animales infectados o con el tejido de los mismos. La infección puede ocurrir de 3 maneras: cutánea, por inhalación o gastrointestinal. Los síntomas de la enfermedad dependen de la forma en la que se contrajo, pero normalmente se presentan dentro de los primeros 7 días.

Cutáneo: La mayoría (casi 95%) de las infecciones de Ántrax ocurren cuando la bacteria entra en una lesión o abrasión en la piel, como, por ejemplo, cuando se toca lana, pieles, cuero u otros productos de pelo de animales infectados. Empieza con una protuberancia similar a una picadura de insecto, pero que en 1 ó 2 días se convierte en una bolsa llena de líquido y después, en una úlcera sin dolor, usualmente de 1 a 3 cm. de diámetro, con una característica área negra y necrótica en el centro. Aproximadamente un 20% de los casos que no reciben tratamiento médico contra el ántrax cutáneo, pueden fallecer, pero la muerte, aseguran los especialistas, es poco común si se recibe una terapia antimicrobiana apropiada y en el tiempo justo.

Inhalación: Los síntomas al principio pueden confundirse con los de un catarro común. Después de varios días, pueden empeorar y convertirse en problemas graves de respiración y shock.

Intestinal: En este caso, puede ser el resultado de haber consumido carne contaminada (de animales infectados) que no fue suficientemente cocida y los síntomas incluyen inflamación severa del tracto intestinal.  Los primeros síntomas son náuseas, pérdida de apetito, vómito y fiebre, seguidos por dolor abdominal, vómito de sangre y diarrea grave.

Desde la Universidad Nacional del Litoral destacaron la importancia de contar con diagnósticos de certeza sobre el ántrax en animales, la enfermedad que le costó la vida días pasados a un vecino de la provincia de Santa Fe. De este modo, se puede disparar un alerta temprano al sistema de salud humano y prevenir la infección en personas que por distintas circunstancias podrían haber estado en contacto con la bacteria.

Según explicó Eduardo Lucca, docente de la Cátedra de Infectología y Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL, el carbunclo o ántrax se transmite por contacto directo con la fuente de infección, por lo cual los brotes son naturalmente limitados a establecimientos o zonas geográficas y grupos de riesgo. Remarcó que no se trata de una enfermedad generalizada en la ganadería y destacó que es muy conocida por los agentes primarios en la atención veterinaria a campo y fácilmente sospechable, porque los cadáveres de los animales poseen lesiones significativas de las que se obtienen muestras, para luego solicitar apoyo laboratorial a los fines de confirmar el problema.

El profesional contó que “entre 8 y 18 horas es lo que se tarda en obtener evidencias suficientes en los laboratorios para identificar un carbunclo, las que se reconfirman con ensayos de mayor complejidad. Sin embargo, con la primera información de certeza, las acciones de control pueden desplegarse, ya sean veterinarias, sobre los animales convivientes o humanas, sobre quienes estuvieron en contacto con el caso”.

El investigador agregó también que el pronóstico es benigno cuando el tratamiento se inicia precozmente, ya que el “Bacillus antrhacis” es muy sensible a las penicilinas y a algunos antibióticos. De ese modo, se limita la infección con facilidad si no está avanzada. Lucca informó que el ciclo de la enfermedad generalmente comienza por herbívoros, preferentemente rumiantes, que ingieren la bacteria en su fase de resistencia, en forma de espora, a partir de alimentos contaminados o directamente por tierra que se acumula sobre el pasto: “Cuando estos herbívoros padecen la enfermedad y mueren, con una corta evolución, de 12 a 24 horas, pueden contaminar el ambiente a través de sus secreciones y excreciones… El cuero suele ser industrializado; la carne, ingerida por carnívoros, que pueden enfermar; la aves carroñeras, que no enferman, pueden transportar al agente a distancia. Además, por mala praxis, pueden no eliminarse los cadáveres, incumpliendo los protocolos o en casos extremos y por fallas en los sistemas de control sanitario, ser destinados a alimentar cerdos o para preparar alimentos para otras especies, incluida la humana. Todas estas alternativas de transmisión, desconociéndose la causa real de la muerte, pueden desencadenar brotes como el que actuó como disparador en el último caso, ocurrido en Santa Fe, donde posiblemente el paciente llegó a la consulta primaria en estado avanzado de enfermedad y sin antecedentes epidemiológicos que orienten el diagnóstico precoz”.