Tras trasplante de riñón, evoluciona favorablemente el crespense Hernán Schmidt

El joven crespense Hernán Schmidt (25 años), recibió el martes 31 de marzo en un sanatorio de Paraná, el trasplante de riñón y ya en su domicilio, esta semana dialogó con El Observador y con el programa “Crespo en vivo” (Canal 2 CVC) que dirige Valeria Torresín. En la entrevista habló sobre su tratamiento y de cómo se recupera favorablemente tras esta delicada intervención.

“Estuve 5 días aislado, sin visita, solo me podían ver a través de un vidrio” explicó. “Mis riñones no funcionaban y me ayudaban con diálisis, que es un tratamiento mediante una máquina, con dos agujas, para que por un lado, salga la sangre y vaya entrando a la vez, purificándola” graficó.

Schmidt comentó que “estaba en lista de espera desde hacía 7 años; mi donante fue un joven de Córdoba. Recuerdo que el día previo, que fue el lunes 30, me llamó temprano mi doctor y me dijo: ‘Hernán prepárate, porque estás para trasplante. Si sale, te vuelvo a llamar’. Me preparé, desayuné ‘livianito’ y a la hora, se volvió a comunicar y me dice, “venite, porque el riñón es para vos”. Fui al sanatorio, me hicieron los controles correspondientes y al otro día me operaron”. Hoy, con los cuidados lógicos de una operación de este tipo, Hernán sigue su recuperación con la esperanza de tener, una mejor calidad de vida.

Cabe recordar que los riñones son 2 órganos con forma de frijoles, aproximadamente del tamaño del puño de una mano, que están ubicados cerca de la línea media de la espalda, debajo de la caja que conforman las costillas. Dentro de cada riñón, hay aproximadamente un millón de estructuras diminutas, llamadas nefrones, que filtran la sangre. Estos, eliminan los productos de desecho y el exceso de agua, que se transforma en orina, que fluye a través de unos tubos llamados uréteres hacia la vejiga, donde se almacena hasta ser despedida.

La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño causa que los riñones no puedan eliminar desechos. Se puede correr mayor riesgo de padecer dicha enfermedad, si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún problema similar. Si los riñones fallan completamente, un trasplante o el tratamiento con diálisis puede reemplazar la función que normalmente desempeñan los mismos.

 

El caso de Jorge Lanata  

 

Una gran parte de los trasplantes en el mundo se hace con donantes cadavéricos, pero el aumento de los pacientes en lista de espera, está empujando a los especialistas en trasplantología y a los sistemas de salud a incorporar nuevas opciones. En ese marco, el trasplante con donante vivo está creciendo y es, de acuerdo con el INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), “una alternativa en algunos casos, sólo para trasplantes renales y hepáticos”.

Días pasados, el periodista nacional Jorge Lanata recibió un riñón en lo que fue el primer trasplante cruzado (o swap) con donantes vivos (no relacionados) realizado en América Latina. Con autorización judicial, la madre sana de un joven enfermo aceptó donar uno de sus riñones a Lanata y a la vez,Dara Stewart Brown (esposa del comunicador) dio su consentimiento para que le extrajeran un riñón y se lo trasplantaran al hijo de la otra donante.

En Argentina, más de 6.100 personas esperan un trasplante renal. El año pasado, se hicieron 1.193 procedimientos, 815 de donantes fallecidos y 378 (vivos). En este segundo grupo, la mayoría de los donantes fueron familiares de hasta cuarto grado de consanguineidad o cónyuges. Hubo sólo 13 (3,4%) con donantes vivos no relacionados autorizados judicialmente, como permite la ley nacional.