Tras cumplir 50 años de casados, Carmen y Edgardo cuentan su historia de amor

El tiempo transcurre y muchas cosas pueden cambiar, pero si el amor es verdadero logrará superar todos los desafíos. Esto es lo que reflejan María del Carmen Pintos y Edgardo Antonio Seimandi, una pareja que perduró a pesar de la distancia, la comunicación por cartas y las visitas luego de varios meses. Luego de cumplir 50 años de casados, siguen enamorados, felices, disfrutan cada día la compañía del uno con el otro.

Los protagonistas de esta historia de amor, en diálogo con los medios del “Centro Periodístico de Entre Ríos”, contaron su experiencia. Edgardo detalló que “en mi caso, nací en 1943 en Crespo y Carmen en 1950 en Sauce Pinto. Cuando ella tenía 15 años y yo 22, con unos amigos fuimos a un picnic en Sauce Pinto, esos de antes que se hacían en el campo, y cuando vi a Carmen parada en su casa le dije a mis amigos: ‘si esta chica va al picnic, voy a bailar con ella’. Así fue como nos conocimos. En ese mismo tiempo, me nombran en el Banco Entre Ríos en Buenos Aires, por eso me tuve que ir y estuve 5 años. Seguimos en contacto, le escribía cartas y ella me contestaba, pero para que le lleguen primero iban a San Benito, de ahí un cartero las retiraba y se dirigía en bicicleta a Sauce Pinto para repartirlas. A veces pasaban hasta dos meses sin contestar y por ahí llegaba otra carta. También, cada dos o tres meses me venía de Buenos Aires a visitarla a Carmen, estaba un sábado y el domingo me volvía”.

Por su parte, Carmen relató que “desde que nos conocimos hasta que nos casamos fueron 7 años así, viéndonos de vez en cuando y charlando por cartas. Después nos casamos y nos vinimos a vivir a Crespo, alquilamos una piecita chiquita con un baño en calle Moreno. En mi caso viajaba al campo todos los días a dar clases, pasando Merou, en la Ensenada y él trabajaba en el Banco Entre Ríos ya trasladado acá. Poco a poco, nos hicimos la casita en calle América, con mucho sacrificio. Tuvimos tres hijos: Diego, Andrea y Martín; y 7 nietos, un varón y seis mujeres. Hemos pasado etapas difíciles, porque en las parejas siempre hay discusiones y conflictos, pero cuando más edad tenés, más te comprendés. Ahora estamos como de novios otra vez, aprovechamos para salir, hacer lo que tenemos ganas… nos entendemos mucho y nuestra vida es tranquila. Con mucha salud los dos, nos controlamos, tomamos medidas para andar bien, hacemos gimnasia y nos dedicamos a nosotros”. Y añadió que “el sábado fue nuestro aniversario de matrimonio, llegamos a los 50 años y nos hicieron una cena, nos vistieron de novios y nos sacaron a dar una vuelta por la ciudad con tarros colgados en el auto como era antes, fue una grata sorpresa. Continuamos festejando nuestro amor, que no es solo el día de San Valentín, es todos los días”.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.