Torelli: “Estar vinculados con Estados Unidos nos habilita a poder llegar a otros mercados”

Luego de 17 años, Argentina volvió a exportar carne bovina a Estados Unidos. De la cuota habilitada que tiene el país, se estima que un 80% a comercializar sería carne magra para la producción de hamburguesas y el 20% restante, cortes de alta calidad.

El analista ganadero, Jorge Torelli, consideró que la apertura de este mercado “es una muy buena noticia para el sector” y recordó que “USA es uno de los más grandes importadores y exportadores de carne y el hecho de estar vinculados con ellos, nos habilita a poder llegar a otros mercados, como Canadá, que hace 2 años que está abierto, pero al que no accedíamos, al no estar habilitados en Estados Unidos. La única forma era de manera aérea, pero con costos muy elevados. El hecho que EEUU nos abra sus puertas, nos permite adquirir un estatus sanitario reconocido por otros países, como los de ‘El Caribe’. Y nos pone en una posición favorable para venderle a Japón y México, que es otro gran mercado. Es decir, las expectativas son muy buenas” dijo en diálogo con Jésica Roth, en “Diario 6” de Canal 6 ERTV.

– Si exportamos, esos países también van a querer vendernos, ¿cómo quedaría la balanza comercial en cuanto a carnes?

– Este tipo de negocios y acuerdos, es de apertura recíproca. Cuando abrimos el mercado con Japón, nos encontramos con el pedido de la doble vía, que pudieran vendernos carne también, pero lo hacen a 400 dólares el kilo, con lo cual los volúmenes que podrían llegar son ínfimos y para selectos restaurantes, que puedan llegar a querer wagyú, que lo tendrá que cobrar a un precio elevado, por lo que no será importante, en cuanto a cantidad. En el caso de Estados Unidos, la carne americana es más cara que la nuestra, quizás puede ser de importancia, que ellos no tienen el hábito de consumo de molleja y es muy probable que las cadenas de supermercados, para atender la gran demanda en Argentina por ese producto, puedan llegar a traerlas, que son de alta calidad y que los norteamericanos no las consumen.