Tartamudez: El arquero Rodrigo Rey y los maltratos de la hinchada rival

El pasado domingo 5 de junio, el arquero de Gimnasia y Esgrima de La Plata Rodrigo Rey, fue víctima de maltratos verbales por parte de la hinchada rival durante el clásico futbolístico, por su condición de persona con disfluencia o con tartamudez.

Rey se refirió por primera vez a la alteración que tiene en el habla. El guardameta, que tiene disfluencia desde que es niño, habló sobre las dificultades que enfrentó en su época de estudiante y al valor que requiere dar declaraciones ante las cámaras.

“Para mí no es una nota más porque es la primera vez que hablo sobre esto. El tema del habla lo traigo desde chico y convivo con esto día a día”, señaló el guardameta durante una entrevista con TyC Sports.

Y agregó: “Es una disfluencia, que algunos días está y otros no, lo principal es que nunca me frenó a nada. Conocí gente que se frena por estas cosas, pero no vale la pena. Pienso 20 cosas y después cuando las quiero decir como que me trabo. Es eso, es una traba, no repito lo que digo. Vengo con el diálogo, pero mi cabeza quiere ir más rápido que mi boca”, detalló mientras que señaló que en momentos “de presión” se traba más.

“Cuando era chico me molestaba y me calentaba conmigo mismo. De grande digo ‘ya está’. Lo pienso hoy y fue ‘raro’ que no me pase de sufrir bullying. Las primeras pruebas en clase enfrente del grupo, me tocaba a mí y pensaba qué hacer, porque si pedía no pasar ya me exponía y me hacía diferente al resto. Paso y que me salga como sea. Ya la semana previa era repetir de memoria, muchos nervios”, reflexionó el arquero.

De grande siguió el mismo criterio. “Mi primera entrevista dije ‘lo hago y que salga como salga’. Pero cuántos chicos hay que tienen problemas del habla y no hablan con la prensa porque les da miedo o vergüenza”, se preguntó.

Sobre esa primera nota, recordó: “Fue un día clave en mi vida. Estaba chivado, trabado, pero salió. Me lo planteé como el día que tenía que debutar”.

“La última vez que fui a un fonoaudiólogo, estaba en Newell’s. Más que un tratamiento era una terapia de grupo y comprendí ahí que no hay que luchar contra esto. No tengo que luchar contra lo que tengo como que no lo quiero, es mío y lo tengo que querer y sobre todo me tengo que querer a mí”, completó.

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