Sobrevivientes y héroes de Malvinas cuentan sus recuerdos de la guerra de 1982

Este viernes 2 de abril se conmemorará el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”, en homenaje a quienes defendieron la Patria en dicho conflicto bélico, donde fallecieron 649 soldados argentinos. Ese día, de 1982, las tropas de nuestro país desembarcaron en las Islas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Para hablar sobre esta fecha especial, visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, los veteranos de guerra César Paz y Oscar Barzola, uno de los sobrevivientes del ataque y hundimiento del “Crucero ARA General Belgrano”, quien expresó: “Zarpamos de Ushuaia a fines de abril. Como no detectaba submarinos, teníamos 2 destructores que navegaban en círculo alrededor del mismo, ante posibles ataques. En 1982, el ARA ya contaba con 42 años, había sobrevivido a la II Guerra Mundial, por lo que no tenía las actualizaciones, que sí las tenían los buques ingleses. La misión era llegar al Estrecho de San Carlos, pero en el camino nos venían siguiendo dos submarinos nucleares. La historia cuenta que no solo peleamos contra los ingleses, sino también con países hermanos latinoamericanos que nos dieron la espalda, a excepción de Perú. Los demás, como Chile, Uruguay, Brasil, Venezuela, prestaban sus puertos para que la flota inglesa los usara”.

“El ARA Belgrano fue atacado el domingo 2 de mayo. Yo estaba en el momento de descanso y el despertar fue tremendo. Escuchamos una explosión y veíamos como salían llamaradas en las cubiertas. Después llegó un segundo torpedo. El crucero tenía 186 metros y el primero impactó en la proa y el otro reventó adentro, a más de la mitad del buque. Lo primero que hice fue agarrar un salvavidas y cubrir puestos de combate. No oía nada por el estallido, se me cayó el pelo, quemado por la onda expansiva… Estaba todo oscuro… y con los gritos desgarradores de compañeros que habían perdido sus brazos, piernas… Nos chocábamos unos a otros, porque éramos 1.093 arriba del barco. Como quedamos sin propulsión, el buque quedó a la deriva y empezó a bambolearse. Había más de 100 muertos ya en la cubierta principal… Hasta que el comandante dio la orden de abandonar el buque, mientras tanto era rescatar heridos y bajarlos… Había más de 100 balsas en el barco, que tenían que alcanzar para todos, pero por la explosión, muchas desaparecieron. El agua tenía más de 10° bajo 0… Estábamos a 50 metros del buque y era desesperante, la succión que producía, que chupaba las balsas y las rompía, porque en las corazas había puntas de acero y muchos murieron ahí. En total fueron 323 compañeros que fallecieron… Yo estaba de pantalón corto, un pilotín y el salvavidas y unas zapatillas. Era de terror el frío que hacía. Nuestra balsa tuvo 34 horas de supervivencia. Mientras tanto, la corriente marina nos arrastró 110 km al sur. A las 11 de la mañana del otro día nos avistaron los aviones de la Armada Argentina y nos levantó un remolcador, un buque de 70 metros, con una tripulación de 35. Teníamos cuatro heridos graves, que se salvaron. De ahí estuvimos un día y medio de navegación hacia el puerto de Ushuaia, donde les hicieron las primeras atenciones médicas”.

– (Paz) En mi caso, me incorporé al servicio militar obligatorio como soldado clase ‘63 en 1982, recién había cumplido 19 años. Estaba en el Regimiento 3 de La Tablada (B. Aires), desde donde nos enviaron a Ezeiza, a hacer algunas instrucciones y el 2 de abril nos despertamos por la mañana sorprendidos que se habían recuperado las Islas Malvinas. Fue una emoción enorme y lo festejamos con los compañeros. Nos dieron el aviso que teníamos que ir y el 11 de abril ya estábamos allá. No estábamos acostumbrados a tanto frío… Nuestra realidad empezó a verse cuando Inglaterra recupera las Georgias, el 28 de abril. Bombardearon donde estaba, pero no murió nadie ahí, al tiempo sí fallecieron compañeros. Del 11 al 14/5 nos empezamos a replegar, caminando hasta Puerto Argentino, que estaba a 6 km., con una lluvia de bombas. Nos tiraba la artillería de tierra y la naval de los británicos. Estuve 5 días de prisionero de guerra, en hangares, galpones y una noche en la base aeronaval al aire libre. Nos trataron como prisioneros de guerra, sé que hubo compañeros mal heridos que los ingleses los han operado y los devolvieron a nuestro país. Pero como prisioneros nos trataron como tal, ellos vivieron las mismas consecuencias y flagelos del frío como nosotros, la diferencia es que no teníamos ropa adecuada y no estábamos preparados como ellos para combatir. Recuerdo que hablé con un oficial de ellos, me mostró su hija en una foto y me dice que hacía 10 años que estaba en el Ejército y me preguntó cuánto tiempo hacía yo y le dije 3 meses y se reía. Esa risa me dio mucha bronca, pero con el tiempo me di cuenta que no se reía de mi, sino por la inoperancia de nuestros jefes de Armada. El 20 de junio, Día de la Bandera, estaba arriba de un buque inglés, donde nos trajeron a Puerto Madryn. De ahí nos llevaron a la Base de Trelew, posteriormente a Palomar y Campo de Mayo. En todo ese trayecto, los jefes militares habían prohibido que la gente nos reciba… Yo vine con pies de trinchera, pies congelados y gracias a mi mamá y a un tratamiento que hizo con médicos particulares, no me cortaron los dedos…  

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.