Sigvardt: “En la era de la ‘Inteligencia Artificial’, es más necesaria la inteligencia emocional”

El vicepresidente de la Fundación Educación Emocional, Carlos Sigvardt, habló sobre los desafíos que se presentan ante el avance de la “Inteligencia Artificial” y de la necesidad de “conocernos mejor emocionalmente para no caer en la manipulación”.

El dirigente crespense expresó que “ante la aparición vertiginosa de la IA, lo trascendental es definir hasta qué punto le permitiremos el manejo de nuestras vidas. El autoconocimiento también será en la era de la Inteligencia Artificial algo trascendental. Conocer nuestras preferencias, necesidades y fortalezas, ayudará a encontrar el lugar en el mundo y a explorar opciones de trabajo que sean satisfactorias”.

“Cuando hablo con adolescentes compartimos la idea que la virtualidad nos permite recorrer mil mundos en forma infinita, abriéndose puertas, ventanas, pasadizos secretos, pero tarde o temprano, debemos volver a nosotros mismos. A más evasión virtual, demanda más dopamina (la hormona del deseo) y entramos en un espiral sin fin, porque a más consumo más necesidad de consumo. El ejemplo más claro en la actualidad son las apuestas virtuales que brinda recompensas intermitentes, lo que lo convierte en adictivo. Con este escenario, donde visiblemente la Inteligencia Artificial emplea todo el ardid marketinero en favor del consumo excesivo, es necesario poner pausas de encuentros con nosotros mismos, a través de la inteligencia emocional, entender la problemática y poder  auto-conocernos, establecer pautas de uso responsable de la tecnología, proponer más encuentros personales para poder decir, debatir y pedir ayuda. Esto no se logra de la noche a la mañana, necesitamos ir paso por paso concientizarnos que estamos a un paso de ser manipulados por la IA, por lo que es necesario la construcción de buenos hábitos, cuanto más hábitos adquirimos más voluntad  tenemos. La inteligencia emocional es clave para adaptarse a la era de la IA, la capacidad de comunicar, colaborar y entender a otros seguirá siendo importante, aunque los trabajos típicos cambien con la automatización”.

“La inteligencia emocional se debe desarrollar en la escuela, siempre digo que los medios o contextos condicionan a nuestros estudiantes pero no determinan, porque existe la escuela. Estamos en un gran desafío los educadores, la virtualidad nos exige no seguir con la pedagogía de antes. Para la Organización Mundial de la Salud las habilidades para la vida son autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de tensiones y estrés, manejo de problemas y conflictos y manejo de emociones y conflictos. La utilización de la tecnología genera una maravillosa gama de posibilidades para mejorar nuestro estándar de vida; el debate está que también la tecnología desde los datos que recoge de nuestra interacción en la red, trabaja sobre todo en los adolescentes no para promover el conocimiento y la comprensión. La tendencia que se ve en nuestros adolescentes que son prosumidores de contenido; generan y consumen contenido en la red simultáneamente, promoviendo el juego (ludopatía), la estética (filtro a las propias fotos y parecerse a esta condicionada por los me gusta, los me gusta que también el cerebro los toma como recompensa por lo cual anima a ir por más producciones), también  el sexting y el deseo de seguir conectado generando dopamina de forma inmediata y el cerebro requiere cada vez más y más convirtiéndose en una adicción”.

Sigvardt completó que “es necesario desde la escuela generar el gusto por conocer, cuando se encuentra el sabor al saber se produce el conocimiento el buen uso de la virtualidad es una herramienta `para la vinculación con el conocimiento’, pero la escuela debe guiarlos en ese sentido. Debemos enseñar sobre todo a los adolescentes que si nos focalizamos en la virtualidad no nos permiten ver lo maravilloso que es compartir, el deporte, la vida en la naturaleza, la lectura por placer, el arte, tareas solidarias etc., postergando racionalizando el consumo de la tecnología y hacer comprender que ‘Lo esencial es invisible a las redes’. Estamos en una era crucial en donde se avizora al más inteligente que el hombre, la inteligencia ha sido lo que nos ha permitido dominar el mundo, entregarle esta potestad a la IA nos hará caer en un sedentarismo cognitivo, que permitirá desde el manejo de datos de la IA manipular nuestras vidas”.

“Surge imperante la necesidad de conocernos a nosotros mismos desarrollar las habilidades para la vida que propone la OMS, establecer buenos hábitos siendo conscientes del buen uso de la tecnología para que juegue a nuestro favor, para lograr estos objetivos es necesaria la toma de conciencia por parte de los adultos y desarrollar dichas habilidades en la escuela a través de la Educación Emocional”.