Siguen ayudando para que niño internado desde hace 4 meses, pueda volver a Crespo

La semana pasada se realizó en el anfiteatro del Parque del Lago de Crespo, un festival solidario, a beneficio del niño Valentín Vergara, quien desde hace más de 4 meses, se encuentra internado en el Hospital “San Roque” de Paraná, luego que se le detectara “Mielitis Transversal Aguda”, que es un trastorno causado por un proceso inflamatorio en la médula espinal. Esta enfermedad, generalmente se presenta de manera repentina y progresa rápidamente. Para que pueda dejar dicho centro asistencial y regresar a Crespo, necesita una casa con todas las medidas de seguridad (médicas) que requieren estos pacientes, por lo que se vienen realizando distintos eventos para ayudar a esta familia, que esta gestionando poder realizar esta obra.

“El problema de Valentín es la médula y eso no tiene cura” recordó Sabina (mamá del nene), quien agradeció las muestras de solidaridad de los crespenses y personas de otras localidades “que siguen colaborando con nosotros”.

Al hablar de la salud de su hijo, explicó que “tiene dañada además la parte toráxica, no mueve los brazos y los diafragmas casi se le paralizaron, por lo que va a vivir siempre con respirador artificial. Hace más de 4 meses que está en Terapia Intensiva, ya estuvimos en el Hospital Garrahan (B. Aires), donde le hicieron todos los estudios y los profesionales que lo atendieron, nos dijeron que ya no se puede hacer nada más. Estuvo en coma 2 semanas, le cortaron la arteria principal cuando le hicieron la traqueostomía, convulsionó, se le inflamó el cerebro y la sigue peleando. Según lo que nos informaron, lo que nos queda y los médicos nos dijeron, es que esperemos un milagro” acotó la mamá.

Para que pueda dejar el hospital, necesita una casa especial, con todos los cuidados y elementos para su atención. “No sirve la habitación que tenía en nuestra casa, no debe haber humedad, ya que se instalarían bacterias” detalló. “Necesita estar en un lugar con más estimulación, por lo que necesitamos una casa para traerlo. A él se le luxaron los hombros, se le cayeron los músculos” narró. Pero no solamente es lo edilicio, “también deberemos conseguir un respirador, que el año pasado tenía un costo de aproximadamente $ 300.000 y un grupo electrógeno, ya que la vivienda no puede quedarse sin luz, porque depende que funcione el respirador”.  

“Duele aceptar lo que tiene, porque estaba sano, ahora lo tenemos en una cama, no mueve las manitos… Para él también es muy duro, solo lo pueden ver mamá y papá, con los demás familiares, está conectado a través de fotos” relató finalmente Sabina.

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