Seguí: La Escuela “Facundo Zuviría” cumplió 107 años

La Escuela Nº 61 “Facundo Zuviría” alcanzó los 107 años de funcionamiento el 31 de octubre, lo que marca la relevancia institucional que ha denotado a lo largo de la historia de la ciudad. segui-1537-escuela-zuviria-1Hoy convertida en NINA, continúa formando valores a nuevas generaciones de seguienses.

La entidad comenzó a dictar sus clases en 1909 en la propiedad de Alberto Marangunich. Paralelamente se inició la construcción del edificio propio en un terreno donado por el antes mencionado. Entre el primer año y 1914 se desempeñó como director Simeón Ramírez y ya se contaba con una matrícula de 254 alumnos y con la Comisión de Padres.

Según cuenta la historia los primeros estudiantes provenían de las familias pioneras, eran hijos de vecinos dedicados en su mayoría a la actividad agrícola, entre ellos figuran los apellidos: Díaz, Domínguez, Destéfani Cogno, Fenoglio, Dematteis Masine, Fain, Gordillo, Hoffman, Lanzi, Ledesma Ortellau, Pagnone, Romero, Santich, Suárez, Taborda, Vega, Villalba, Ubert, Espinosa, Spesot, entre otros.

Eran otros tiempos en esos primeros días de vida. Los niños asistían a 1º y 2º grado y recibían sus clases en dos habitaciones cedidas por Marangunich; trabajaban con pizarras con lápiz especial. El método de lectura y escritura era “a la cartilla”. Se daba importancia a las nociones básicas de historia, geografía, completando las asignaturas de dibujo y labores con lo que las niñas aprendían a cocer y bordar y los niños hacían trabajos de campo, huerta, trenzado de piolines y tientos, recibiendo también la enseñanza del manejo de herramientas.Algunos chicos debían caminar o cabalgar hasta 2 leguas, para lsegui-1537-escuela-zuviria-3legar a la escuela a tomar clases. Previa y posteriormente a la asistencia escolar debían trabajar en las tareas de campo, colaborando así con la familia y lo hacían sin distinción de sexo.

En 1929 la escuela se trasladó al nuevo edificio sito en calle Independencia y Mariano Moreno, el que se inauguró con cuatro aulas grandes que daban su frente a calle Independencia, cuatro sanitarios (dos para varones y dos para nenas), una dirección al centro, la casa habitación para el director (Ángel Espejo), sobre calle Moreno y un molino a viento que proveía el agua potable desde un pozo semisurgente.

El 4 de abril de 1933 se fundó la Cooperadora “Juan Bautista Alberdi”, con Santiago Bottero como su primer presidente. Entre 1937 y 1946 se pintó el edificio y se fundó la Biblioteca Escolar. Además el censo escolar arrojó una matrícula de 409 alumnos. Otro año a recordar fue 1940 cuando se conformó la Escuela Nocturna.

Naturalmente que con el paso del tiempo se fue ampliando el espacio físico y se anexaron diversas especialidades didácticas. Llegó el jardín de infantes (1963) que primero funcionó en forma particular y luego fue trasladado a la escuela, y en 1972, por iniciativa de las docentes Raquel Balmaceda, Hermelinda  de Bolzán, Elena de  Batauz y la directora Dora H. de Bustos, empezó a funcionar  el comedor escolar que atendía a 30 alumnos y distribuía la copa de  leche con galleta a 100 niños.

Son apenas algunos matices históricos del importante camino que ha tenido la Escuela Nº 61. Centenares de personas brindaron su grano de arena para convertirla en una de las instituciones más importantes de la ciudad. Miles de pequeños pasaron por sus aulas y hoy ayudan al progreso seguiense.

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