Se renueva el debate por el glifosato: Una provincia lo prohibió por ley y desde el Campo piden su inconstitucionalidad

A través de una ley, la provincia de Misiones prohibirá el uso del glifosato en dicho territorio, lo que despertó fuertes cruces con sectores rurales. Por ejemplo, la “Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias”, formada por la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria Argentina y CONINAGRO, solicitaron a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declare la inconstitucionalidad de dicha legislación, destacando que “la venta y uso del glifosato se encuentra autorizada en todo el país por las autoridades nacionales competentes. Por ello, la ley provincial que prohíbe su uso viola diversas normas federales que regulan la materia desde hace más de 50 años. Esta violación afecta el principio de supremacía del derecho federal, desconoce las competencias del Congreso de la Nación para regular el comercio interprovincial y disponer todo lo conducente a la prosperidad y desarrollo del país, por ejemplo, la regulación nacional de productos esenciales para la producción agrícola. Este proceder, a su vez, viola el derecho de propiedad y las libertades de comercio e industria de los productores rurales… Más allá de la existencia abrumadora de pruebas sobre la seguridad que presenta el uso del glifosato, el conflicto que debe resolver la Corte Suprema no es un problema científico sobre las características de este producto, sino estrictamente jurídico. La República Argentina es un sistema federal, en el cual las provincias no pueden entorpecer el comercio interprovincial o internacional, ni interferir o alzarse contra políticas generales adoptadas por el Congreso en pos del desarrollo integral de la Nación… A través de esta acción judicial se procura evitar graves e irreparables perjuicios para los productores agrícolas, para la economía nacional y para el medio ambiente. El glifosato posibilita técnicas de producción que preservan el recurso suelo, combatiendo así la erosión de los mismos, una mayor economía del agua y menor uso de combustibles fósiles. En la actualidad existen más de 160 países que habilitan el uso de glifosato por considerarlo un producto de baja toxicidad y no cancerígeno. De acuerdo con el informe publicado por la Reunión Conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glifosato, además de no ser cancerígeno, no provoca daños ni cambios en el material genético, no afecta al sistema nervioso, no provoca malformaciones y tampoco tiene efectos sobre órganos específicos tanto en exposición única o en exposición repetida…”.

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