¿Se puede prevenir la infertilidad?

En junio se conmemora el “Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad”, dedicado a todas aquellas parejas que tienen problemas para concebir un hijo de manera natural y necesitan recurrir a técnicas de reproducción asistida. El médico ginecólogo y especialista en Reproducción, Sergio Pasqualini, explicó que la infertilidad es una enfermedad que se estima afecta a 45.000.000 de personas en el mundo. “En la fertilidad, es decir, la capacidad que se tiene para concebir un hijo, intervienen factores biológicos, emocionales, ambientales, culturales, entre otros, que, según cómo se presenten, pueden favorecer o no el lograr el embarazo. Se considera que el 40% de los casos de infertilidad tiene un origen femenino; otro tanto tiene un origen masculino y el resto se divide entre los que tienen causas mixtas y aquellos sin causa aparente, que son los casos en los que no se ha encontrado hasta el momento ninguna alteración objetiva que lleve a un causal definitivo. Es verdad que existen tantos casos y problemáticas como mujeres u hombres llegan a la consulta, cada uno es particular. Y si bien no podemos prevenirlas, hay cosas que pueden tenerse en cuenta para su cuidado, como realizar controles médicos periódicos para evaluar la salud en general. En las mujeres, efectuar un control ginecológico anual que ayude a detectar o controlar distintas afecciones ginecológicas que podrían ocasionar consecuencias importantes como la infertilidad. Por su parte, es recomendable que el hombre realice un espermograma, cuanto más temprano mejor, para evaluar su capacidad reproductiva. Además, hay que trabajar de manera consciente en la calidad de vida, que permite controlar aquellos factores no fecundantes que alteran la reproducción. Diversas investigaciones demostraron que epidemias como el tabaquismo, la obesidad, las adicciones y las deficiencias nutricionales, tienen graves repercusiones reproductivas. Por eso es necesario comer saludablemente, no fumar ni consumir drogas ilegales o alcohol en exceso y realizar actividad física”.

El médico aclaró que “existe una estrecha vinculación entre la mente y el cuerpo. El estrés, la angustia y ansiedad, pueden repercutir negativamente en la búsqueda de un hijo. Estudios realizados demostraron que las actividades mente-cuerpo pueden aumentar la frecuencia de embarazos naturales espontáneos cuando están dadas las condiciones para que ello ocurra; así como la efectividad de los tratamientos de fertilización asistida. Utilizar estas herramientas como forma para mejorar física, emocional y psicológicamente implica que se movilicen recursos que produce el propio cuerpo y así generar drogas endógenas que impulsan a vivir en un estado de plenitud”.

“En la mujer, la edad más fértil va de los 20 a los 30 años. Luego baja levemente hacia los 35 y a partir de allí se evidencia un descenso de la reproducción, no solo por tener menor calidad en sus óvulos y mayor riesgo de aborto, sino también por otros factores de riesgo que se incrementan. En el hombre, existe un declinar de la función testicular gradual, pero inexorable y real” acotó quien es director del Instituto Médico Halitus, en una publicación de la agencia Telam. 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.