Se fue un grande del atletismo y del deporte crespense: Adolfo Decoud

Falleció este domingo 7 de octubre, el ex entrenador crespense de atletismo, Adolfo Decoud. Desde muy joven estuvo siempre ligado al deporte, ya que practicó varias disciplinas, destacándose entre otras, como arquero de fútbol. Pero su más brillante actividad fue en la preparación de atletas, primero en el predio del Ejército (en ese tiempo Compañía de Municiones 121) y luego en el campo “Yapeyú”, como profesor de la Escuela Municipal de Atletismo, actividad que realizó con mucho esmero hasta su jubilación.

Fueron incontables las largas charlas que hemos tenido en El Observador con “Don Adolfo”, quien guardaba con cuidado y mucha prolijidad, la documentación que había recolectado del atletismo local, tanto que lo pudo plasmar en un libro, que se editó en 2010. “Hemos realizado 200 ejemplares, que aclaro no se venderán, sino que se los regalaré uno a uno a ex atletas locales a modo de reconocimiento por lo que hicieron en el deporte” señaló en ese momento.

Adolfo fue un entrenador respetado y querido por colegas de toda la provincia y el país, pero fundamentalmente por quienes recibieron sus enseñanzas. La vida no le dio hijos biológicos, pero a sus dirigidos, los consideró siempre como si eran sus propios hijos. Con muchos de ellos, en especial los de familias más humildes, con su esposa Angélica colaboraron permanentemente, incluso con los elementos necesarios para que puedan practicar y competir. Muy pocos se enteraban de esas loables acciones, porque lo hacía como siempre se desenvolvió, con un bajo perfil, lejos de los grabadores y de las luces de las cámaras.

En julio de 2007 tuvo su justo reconocimiento, cuando se designó con su nombre a la Sala de Prevención y Evaluación de la Aptitud Física Inicial del Deportista de la ciudad. Un homenaje para un grande, que en su paso por el atletismo fundamentalmente, dejó su huella, enseñanzas y valores. “Hacer de cada niño un deportista y de cada deportista, un hombre de bien” fue su frase más recordada, que más que una frase, fue el lema en su trabajo. Hasta siempre, maestro.

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