¿Se envejece más rápido por no dormir bien?

El sueño tiene un papel importante en la función inmunológica, el metabolismo, la memoria, el estado de ánimo y el aprendizaje del ser humano. Razón por la cual, la privación del mismo, es uno de los factores que -junto a una dieta no balanceada, falta de ejercicio y predisposición genética- puede aumentar las chances de contraer enfermedades metabólicas, como sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, infecciones y otras, entre las cuales están las cardiovasculares. Asimismo, contribuiría al envejecimiento, que es un fenómeno complejo que va afectando la capacidad para realizar diversas funciones. Si bien este proceso es inevitable, hay evidencias científicas que comprueban que el “buen dormir” proporciona un “envejecimiento saludable”.

 

Sueño: Los 80 problemas

 

Existen alrededor de 80 patologías relacionadas al sueño, siendo las más comunes, en los mayores, el insomnio, el trastorno del dormir del ritmo circadiano (tipo de avance de la fase de sueño), los trastornos respiratorios, el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), el Trastorno del Movimiento Periódico de las Extremidades (TMPE) y el Síndrome de Apneas, que es uno de los más comunes en los adultos mayores. Afecta a entre el 4% y el 20% de la población general, porcentaje que aumenta progresivamente luego de los 50 años. Es una patología que se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración (apneas) superiores a los diez segundos, que suman en muchos casos, 2 o más horas de inadecuada oxigenación en una sola noche y que se acompaña de diversos síntomas o complicaciones. De las personas afectadas, sólo 1 de cada 5 es consciente de su problema y se somete a un oportuno tratamiento, el cual es eficaz en el 90% de los casos, confirmaron a El Observador desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

A través de un informe, para el que se contó con el asesoramiento del Dr. Luis Darío Larrateguy, desde la AAMR se explicó que este inconveniente de salud, genera importantes problemas psíquicos, sociales, laborales, neurológicos y cardiorrespiratorios. A todo eso, hay que sumarles los accidentes de tránsito provocados por la somnolencia o falta de reacción al conducir, que constituyen también una complicación común que compromete la vida tanto de estos pacientes como de sus familiares y de la sociedad en general.

 

Cansancio diurno

 

El principal síntoma que tienen los pacientes con apneas obstructivas del sueño es el cansancio diurno crónico, acompañado de somnolencia intensa durante el día, una situación que muchos pacientes no se explican al estar convencidos que han dormido lo suficiente como para estar tan cansados.

“La razón de esta paradoja es que el afectado, al estar dormido, obviamente no es consciente de estas pausas respiratorias que interrumpen el sueño, por lo que si no ha oído hablar de esta enfermedad no sabe a qué se debe su sensación de cansancio” destacaron desde la Asociación. Otro signo es el ronquido fuerte y estrepitoso, que se produce al final de cada interrupción respiratoria (apnea) y que despierta y asusta al compañero de cama o habitación.

Ser hombre, obeso, ingerir alcohol -especialmente antes de acostarse- y no realizar ejercicio físico, son las principales características del individuo con apnea, aunque no estar incluido en ellas no significa que no se pueda padecer esta enfermedad. En las mujeres, despertarse a la mañana “con la cabeza embotada”, más cansada que al acostarse y seguir con fatiga durante todo el día, sobre todo en la post-menopausia, son datos que deben alertar, más si se acompañan de ronquidos fuertes al dormir.

Para llegar al diagnóstico, la persona presuntamente afectada de apnea debe dormir una noche en una Unidad de Sueño o Laboratorio de Sueño, donde se le someterá a una polisomnografía. Esta prueba incluye un electroencefalograma, un registro de los movimientos de las piernas y de los músculos del mentón, un electrocardiograma, un registro de los ronquidos, un registro de la respiración por nariz y boca, otro registro de los movimientos respiratorios de tórax y abdomen y el índice de oxigenación de la sangre.

“Afortunadamente existen tratamientos para tratar los problemas relacionados al sueño y dependiendo de la gravedad del cuadro, se elegirá el más adecuado a seguir, que en la mayoría de los casos es favorable y que permitirá al paciente disfrutar de una nueva calidad de vida, ya que por fin tendrá un sueño reparador y un envejecimiento saludable” expresó el Dr. Larrateguy.

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