Se descompesó en la terminal y debieron reanimarla con un desfibrilador

Personal de informes de la terminal de ómnibus de Concordia tuvo que utilizar de urgencia un desfibrilador externo DEA semiautomático electrónico portátil para hacer reaccionar a una pasajera oriunda de Federación que se había descompensado y tenía taquicardia. Aseguran que cuando actuaron con el oportuno aparato, colocado para ocasiones como esas, la mujer de unos 30 años ya estaba sin pulso, tendida en el suelo.

Estela Gil, Sergio Acuña y Marianela Guzmán, tuvieron la responsabilidad y la noble labor de ayudar a la pasajera en problemas. En diálogo con Diario El Sol, Estela comentó: “La chica estaba sola y mis compañeros fueron los que vieron que estaba mal, le preguntaron si se sentía bien y ella respondió que no, que estaba descompuesta. Le pusimos una silla adentro de la oficina, la sentamos y ahí empezó con convulsiones y se la veía cada vez peor”.

“Cuando la quisimos sostener porque se iba para los costados, se desvaneció por completo y enseguida la pusimos en el piso y le tomamos el pulso pero en un momento ya no tenía. Mientras uno llamaba la ambulancia, otro le tomaba el pulso, y otro sacaba el DEA, el desfibrilador que hay en la pared. Luego se acercó un enfermero que sabía RCP y se le colocó el DEA cuando no tenía pulso, gracias a Dios la chica se salvó”, explicó.

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