Se cumplieron los primeros 10 años de AFS Intercambios Culturales en Crespo

El 21 de agosto de 2011 llegaban a Crespo, las primeras estudiantes extranjeras: Camille Hanley de Estados Unidos y Swantje Lossin de Alemania, por medio de los programas de intercambio escolar de AFS (American Field Service). En Crespo las esperaban con ansias los primeros voluntarios y sus familias anfitrionas. Camille y Swantje asistieron a una escuela, participaron de diferentes actividades y grupos de la ciudad, estrechando lazos e impactando en la vida de la comunidad. Por 11 meses aprendieron un nuevo idioma, cultura y forma de ver el mundo.

Las familias Erhardt-Nicolini y Bezzoni-Heit hicieron que esta experiencia de intercambio entre culturas fuera posible abriendo las puertas de sus hogares.

Mariana Erhardt (primera voluntaria de AFS en Crespo), recordó: “Conocía la organización por medio de un intercambio que realicé años atrás en Suiza, pero pasó el tiempo y me había desconectado de la experiencia. Un día decidí retomar contacto con los intercambistas que había conocido y buscar en redes sociales a la organización. Así fue como encontré el programa de voluntariado y aproximadamente en marzo de 2011 comencé a ser voluntaria de AFS, pero en Paraná. Empecé dando a conocer la organización en los medios de comunicación de Crespo y zona, hasta que un día hicimos la primera reunión para quienes quisieran sumarse como voluntarios. A esa reunión, no llegó nadie para ser voluntario, pero sí llegó Elda Heit interesada en ser familia anfitriona” contó Erhardt. “Yo nunca había salido de Crespo, de repente ir a otro país, de verdad amplía la percepción de todo. En el tiempo, después de la experiencia, me quedaron algunas preguntas: ¿Para qué hice ese intercambio? ¿Qué hago con esto? ¿De qué me sirve si me lo guardo para mí? Tenía la necesidad de hacer algo con eso, de capitalizarlo de alguna forma. Por eso fue que elegí el voluntariado. Me dije “voy a traer gente a Crespo ya que es más difícil ir al extranjero”. Entonces pensaba que si los chicos jóvenes de la ciudad no tenían la oportunidad de viajar, quizá trayendo a otras personas que tenían otra perspectiva, esto podía ayudar a abrir y a cambiar las formas de ver el mundo”.

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