Se conmemora el 129º aniversario de la fundación de Urdinarrain

Este lunes 23 de septiembre se cumplirán 129 años de la fundación de Urdinarrain y las autoridades municipales y vecinos compartirán la Santa Misa a las 9.30 en la Parroquia “Sagrado Corazón” y también una celebración en el Cementerio local a las 10.30.

“Ese día depositaremos una palma en la Cruz Mayor del Cementerio, mientras que los festejos los organizamos para el domingo 29 de septiembre en el predio del Complejo ‘La Estación’, en horas de la tarde, donde participarán integrantes de los distintos talleres municipales, diversos artistas de la localidad, la zona y la región, entre ellos Pitingo Izaguirre y el Grupo Capelina. También las familias podrán recorrer los stands de artesanos y emprendedores, habrá buena gastronomía y peloteros, cuya jornada tendrá entrada libre y gratuita”, contó la directora municipal de Cultura Andrea Espósito, en comunicación con El Observador.

Además, estará abierto el Museo Histórico La Estación, el Museo Rural de Carruajes y el Museo Agrícola para que puedan visitarlo.

Habrá buen servicio de cantina a cargo de la Escuela Privada de Educación Integral Nº 13 “Arco Iris”, el Instituto “Nuestra Señora del Luján”, la Escuela de Educación Técnica Nº 18 “General Manuel N. Savio” y la Escuela Nº 97 “Presbítero Joannas”.

 

Historia

Haciendo un repaso por la historia de Urdinarrain, podemos mencionar que el 23 de septiembre de 1890 y al paso ruidoso de un tren, esta ciudad encontró un lugar en la historia de los pueblos entrerrianos. La Ley Provincial de Colonización, sancionada el 23 de agosto de 1887, declaró “De utilidad pública la colonización de 2.500 hectáreas a cada lado de la vía férrea en los puntos designados para estaciones intermedias de los ramales del ferrocarril Central Entrerriano…” y a partir de allí comenzó a desarrollarse la Villa, al igual que muchas otras de la provincia y del país. El ferrocarril fue el disparador de la economía de la zona y consecuentemente del desarrollo social y cultural de sus habitantes, en su mayoría inmigrantes. Los escasos criollos que rodeaban la estación, pronto se vieron en la compañía de inmigrantes de colonias vecinas o del Viejo Mundo, donde numerosos grupos de alemanes, italianos, judíos y otras etnias que llegaban para “hacer la América”, le otorgaron una fisonomía y un ritmo de crecimiento rápido.

El trazado de los rieles dividió al poblado en dos: “Villa Florida” al este y “Villa Mitre” al oeste, arbitrariedad que al cabo de largas tramitaciones selló el nombre definitivo “Urdinarrain”, en honor al general que acompañó a Justo José de Urquiza.

Fue así que el pueblo fue creciendo y a lo largo de estos años fortaleció su economía y su desarrollo urbanístico, lo que permitió avanzar en los distintos órdenes que conforman a la sociedad en la parte social, cultural, deportiva y recreativa y convertirse en lo que es hoy esta comunidad, un pueblo pujante y con permanentes proyectos en marcha.

 

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