Sauce de Luna: Abordajes posibles en el acoso escolar

La psicopedagoga Lyliam Eleonor Kunzi, nacida en Paraná y radicada en el barrio bonaerense de Once, estuvo en Sauce de Luna y en el marco de la visita que realizó a sus familiares dialogó con El Observador, sobre la tarea que viene llevando a cabo.

En este sentido, la también profesora de Filosofía, Psicología y Pedagogía y coordinadora del Departamento de Familia y Aprendizaje de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar, explicó que además fue miembro de la Comisión de Niñez y Adolescencia del Foro de Profesionales de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar y del Comité Docente SATF, donde ha acumulado experiencia en todos los niveles educativos ejerciendo la docencia.

A su vez, está encargada de dictar diferentes talleres sobre el acoso escolar, también investiga sobre la temática y atiende a niños, adolescentes y a las familias. A lo que se suma la publicación de su última producción escrita, que se denomina “¿De quién es la culpa? – Abordajes posibles en el Acoso Escolar”.

En cuanto a su continua tarea, la profesional mencionó que se ha desempeñado en la docencia, tanto en los niveles primario y secundario como en el superior y como psicopedagoga, atendiendo a chicos que presentan problemas de aprendizaje y otras dificultades, en diferentes barrios de la CABA y en establecimientos privados y públicos.

Lyliam Kunzi posee una trayectoria que sabe a esfuerzos y entrega, con varios años consagrados a las temáticas y pilares educativos, sociales y familiares. Un ejemplo y modelo, si consideramos los aportes y soluciones que ha brindado a lo largo de su vida y lo sigue haciendo mediante su prestigiosa profesión.

– ¿Qué temáticas y problemáticas aborda en su intervención profesional?

– Soy investigadora y coordino un Departamento en la Asociación Argentina de Terapia Familiar, que es el Área de Familia y Aprendizajes y hace una década comencé a sensibilizarme con el problema del acoso escolar. Estaba en España y un autor especialista en acoso laboral y su señora trataron estas temáticas en la Universidad Alcalá de Henares, cerca de Madrid y trabajan en esta cuestión. Los escuché y me llegó tanto porque sentí la empatía ante un chico que está siendo acosado, que padece un sufrimiento muy grande, que en general no puede manejar ni salir solo de esta situación. A partir de allí empecé a trabajar con mi experiencia docente, antes se desconocía esta temática, a pesar de haber existido siempre. Hice una encuesta y me basé en estadísticas de UNICEF y FLACSO, del nivel primario y secundario, que no es de acoso sino de violencia escolar. Una parte de ese trabajo describe el acoso entre pares y esa temática la refleja mi libro.

– El acoso escolar ¿es una problemática relativamente nueva en cuanto a tiempo, tratamiento y epicentros? ¿Cómo lo definiría?

– Sí, efectivamente es nueva, pero últimamente hay elementos teóricos para poder formarse y abordarlo. Todos los docentes deben estar preparados y emplear las herramientas e involucrarse con los hechos.

El acoso no tiene quizás origen en la escuela, pero el escenario es la misma, se puede expandir por las redes sociales y esto es gravísimo. Tiene que trabajarse en la institución educativa y sin pensar que sólo hay que analizar los casos graves donde hay violencia física y verbal, chicos lastimados, suicidios, etc.

– ¿Cuáles serían las causales más generales del acoso…ausencia de valores, crisis en las familias, los modelos violentos provenientes de la cultura de la imagen?

– Lo del acoso proviene de un contexto muy amplio, la modernidad y la sociedad en la que vivimos, con la falta de trabajo, el consumismo y el auge de las nuevas tecnologías, que permiten en cierto modo facilitar la comunicación y los mensajes.

– ¿Qué partes arbitran en un acoso?

– El acosador, el acosado y los espectadores. El acento se coloca en los tres, hay que diferenciar porque hay situaciones de peleas y no de acoso, porque para este último se ve la repetición constante de alumnos que agreden física, verbal o psicológicamente, por un prolongado lapso de tiempo y el origen no se sabe siempre. Aunque por lo general el acosador ha sido maltratado y violentado en la infancia, no se conoce de dónde nace que el chico pueda disfrutar haciendo sufrir al otro. Hay sadismo, hay burlas y cuando se puede enganchar a los espectadores…mejor, hay activos y pasivos, donde los primeros incitan al acoso y esto es gravísimo, por lo que hay que intervenir en las escuelas, ya que las conductas violentas no se pueden justificar.

En las familias no hay siempre elogios, “sos un inútil”, “no sirves para nada”, esto desencadena en chicos con alto nivel de sufrimiento, depresión, tristeza, pero otros hacen la reacción y atacan. Es una temática cada vez más visible y debe ser atendida de manera inmediata.

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