Salud: ¿Cómo exponerse al sol sin sufrir cáncer de piel u otros trastornos?

EL MELANOMA DE TIPO MALIGNO PRODUCE UN 75% DE LAS MUERTES ASOCIADAS AL CÁNCER DE PIEL.  UN REPORTE DE LA OMS DETRMINA QUE OCURREN 48.000 MUERTES RELACIONADaS CON EL MELANOMA CADA AÑO.

tomar en sombrillaSe aproxima la temporada veraniega y el sol comienza a hacerse sentir. Disfrutar de los días soleados es una práctica habitual para miles de personas. En apenas tres meses de verano, se pasa de tener el cuerpo cubierto, a exponerlo a los rayos del sol de una forma continuada.  Como cualquier otra actividad, esta práctica puede ser beneficiosa para la salud o puede convertirse en un foco importante de problemas para el cuerpo. Pero, ¿qué riesgos existen al exponerse a los rayos solares? ¿Qué precauciones adoptamos para hacerlo? Esta semana, El Observador le brinda algunos consejos para que las prácticas recreativas a pleno sol no dejen de ser saludables. Según los expertos, tomar sol debe hacerse con sumo cuidado debido a la gran fuerza que tienen los rayos solares sobre nuestra piel. Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación, ya que pueden penetrar la piel y dañar las células. Las quemaduras y el bronceado excesivo son un signo de daño en la piel. Los rayos UV pueden causar lesiones durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura. La radiación solar está formada por 50% de rayos infrarrojos, responsables del calor y el envejecimiento. El 47% son los rayos portadores de la luz, y el 3% son rayos ultravioleta (UV-A, UV-B y UV-C), responsables del oscurecimiento y los daños más importantes de la piel.

Tomar sol con moderación y bajo ciertos cuidados es una actividad para evitar el estrés, para relajarse, para verse mejor, para revitalizarse y subir el nivel de autoestima. Los rayos solares aumentan los niveles de vitamina D en la sangre, por lo que previene las fracturas en las personas mayores y el raquitismo en los niños, tiene beneficios para el corazón y reduce la incidencia de ciertas enfermedades mentales. También contribuye a mejorar la condición en pacientes con enfermedades de la piel, como la psoriasis, vitíligo o eccemas. Sin embargo, la exposición excesiva y sin precauciones, produce manchas y arrugas en la piel, envejeciéndola considerablemente. Además, los rayos ultravioletas del sol son un factor de riesgo para el cáncer dermatológico, como el melanoma, eritema solar, dermatosis actínica crónica o la formación de lunares malignos. Hay que recordar que cerca de 160.000 casos nuevos de melanoma se diagnostican cada año alrededor del mundo y resulta más frecuente en hombres y personas de raza blanca que habitan regiones con climas soleados. La exposición sin precaución también causa problemas de la vista, como cataratas por el engrosamiento del cristalino. Además, es necesario aclarar que el daño producido en la piel es acumulativo con el paso de los años, agravando cada vez más el estado de la dermis.

El primer paso para cuidarse adecuadamente, es conocer el tipo de piel que usted tiene. El fototipo I o tipo celta, se reconoce por tener la piel muy blanca, los ojos claros y muchas pecas. Se caracteriza por quemarse sin broncearse nunca. El enrojecimiento aparece alrededor de los 12 minutos de exposición, por lo que sin los cuidados necesarios la persona presentará signos de envejecimiento temprano. Tiene una tendencia a desarrollar diversos tumores benignos y engrosamiento de la piel. Se recomienda usar un factor de protección solar (FPS) mayor a 60.

El fototipo II o tipo germánico corresponde a pieles blancas, de ojos claros o pardos. Generalmente se quema y se broncea con dificultad. El enrojecimiento aparece a los 15 minutos y también presenta signos de fotoenvejecimiento temprano. Para este tipo de piel se debe usar un factor mayor a 40.

tomar solEl fototipo III o raza caucásica corresponde a aquellas personas con piel, con tendencia a ser grasa y clara, con ojos marrones o grises y de cabellos castaños o rubios.  En ocasiones se quema aunque adquiere buen bronceado. El enrojecimiento aparece a los 18 minutos y tiene una ligera tendencia a desarrollar manchas en la piel. Tiene una mejor tolerancia a los rayos UV. En estos casos, se recomienda un protector de factor mayor a 30.

El fototipo IV o raza mediterránea suele ser oscura o mate, además de tener los ojos y el cabello también oscuros. Raramente se quema y se broncea fácilmente. Puede llegar a presentar manchas y debe usar un protector solar con factor mayor a 20.

El fototipo V o raza mestiza presenta piel oscura y mate, los ojos oscuros y el cabello muy oscuro o negro. Raramente se quema y se broncea muy fácilmente. El enrojecimiento aparece hasta los 28 minutos de exposición, tiene facilidad para presentar manchas y el fotoenvejecimiento es tardío y leve. Se recomienda utilizar factor 15.

El fototipo VI o raza negra no se quema y la piel oscurece pareja. El enrojecimiento aparece entre 45 y 60 minutos y en raras ocasiones aparecen manchas. Para estas personas es suficiente un protector factor 10.

En general, se recomienda no tomar sol durante más de 15 minutos directamente los primeros 3 ó 4 días, aumentando progresivamente el tiempo de exposición, pero sin sobrepasar las 2 horas seguidas. A pesar de que esté nublado, siempre evite exponerse entre las 11.00 y las 16.00 y cuando lo haga, utilice protector solar. Para que éste sea efectivo, aplíquelo nuevamente cada 2 horas o después de salir del agua. También recuerde proteger sus labios y ojos y cuidar su pelo.

temporada piletaLos niños y el sol

Para los niños, el calor y el agua se vuelven un escenario ideal para jugar. Por ello, es responsabilidad de los mayores procurar que lo hagan con precaución para evitar trastornos y dolencias. Se desaconseja exponer al sol a los bebés menores de seis meses, porque su piel es muy sensible y aún no ha desarrollado plenamente su capacidad para segregar melanina, el pigmento que la protege. Estos bebés se queman y se deshidratan con mucha facilidad. Tampoco es conveniente aplicarles protectores solares. A partir del sexto mes de vida, sí pueden exponerse al sol, pero en períodos cortos de tiempo, en horarios aconsejables y protegidos por cremas solares. Los productos específicos para los pequeños contienen filtros físicos minerales que los protegen frente a los rayos solares y además son resistentes al agua, los roces, el cloro y la transpiración. Elija una crema solar hipoalergénica, que haya sido testada bajo control pediátrico y dermatológico, sin colorantes ni perfumes. También debe incluir ingredientes calmantes y nutritivos, como la vitamina E y extractos de aloe vera y de avena. Los más adecuados son los de FPS superior a 30.

Por último, recuerde siempre que la piel es el órgano de mayor extensión que tiene el cuerpo humano y que es la primera barrera contra todo agente externo. Por ello, procure cuidarla cada día sin dejar de disfrutar de las diversas actividades que puede realizar al aire libre.