La brusca devaluación de la semana pasada complicó aún más las negociaciones paritarias. La inflación de los últimos meses del 2013 y la pérdida del poder adquisitivo que registró el salario durante la crisis cambiaria aceleraron los reclamos de los gremios.

Los más duros, enfrentados con el Gobierno, ya imaginan un piso de negociación por encima del 30 por ciento. Dentro de este grupo se encuentran los judiciales que lidera Piumato, que el año pasado lograron un aumento de 34% escalonado en tres etapas. Ése será el piso de la discusión de este año con la Corte Suprema, encargada de firmar los aumentos de los trabajadores del Poder Judicial.

Además de la inflación y de la devaluación, Piumato recuerda que los aumentos otorgados a las fuerzas policiales en medio de la revuelta de diciembre fijaron un nuevo escenario para las paritarias. “Si el aumento vale para los policías, también vale para los otros trabajadores”, adelantó.

Un sector que ganará protagonismo en los próximos días es el de los maestros. Con el inicio de clases a la vuelta de la esquina, quieren comenzar a negociar salarios con el objetivo de garantizar su presencia en las aulas en los primeros días del ciclo lectivo.

Miguel Ángel Díaz, secretario general de UDOCBA, uno de los sindicatos más duros de la provincia de Buenos Aires, aseguró esta mañana que exigirán un salario mínimo de $6.400. En la actualidad, los docentes que recién ingresan a la enseñanza pública perciben 3.600 mensuales.

“La inflación es galopante, el dólar nos tiene secuestrados; la pérdida del poder adquisitivo es muy grande y nosotros tenemos la desgracia de que se van acercando las paritarias y el inicio de clases. Nuestra actividad tiene componentes que otras organizaciones sindicales no”, argumentó en diálogo con radio La Red.

Hasta ayer, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, no había convocado a paritarias a los sindicatos con representación nacional. Esta negociación marca un techo y el inicio de las discusiones en el resto de las provincias.

Tras la devaluación, algunos funcionarios del Gobierno empezaron a analizar la posibilidad de impulsar acuerdos salariales con cifras fijas y no con un índice porcentual, como suele hacerse. Díaz dijo que los trabajadores “son racionales” y que si la oferta cumple con sus expectativas podrían aceptarla y evitar los paros.

Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunió con el líder de la CGT, Antonio Caló, el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez y el presidente de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss.

En ese encuentro fue que surgió la chance de que las negociaciones del 2014 se realicen en base a un monto fijo y no a porcentajes. El líder metalúrgico exigió una apertura inmediata de las negociaciones para calmar las expectativas de los asalariados.

En medio de la incertidumbre, los gobernadores proyectan un techo del 25 por ciento. Ese es el escenario que imagina Daniel Scioli en la provincia y pretende negociar con otros mandatarios. El principal obstáculo que tienen es el acuerdo realizado con las policías tras el acuartelamiento de diciembre, de 35% promedio.

En el interior las exigencias se acercan a ese piso, de acuerdo a los reclamos de estatales y otros trabajadores del sector público. Muchos de ellos exigen incluso la apertura de paritarias cada tres meses.

En los últimos días y bajo su sueño presidencial de 2015, Scioli conversó sobre la posibilidad de definir pautas salariales similares con los gobernadores Francisco Pérez (Mendoza), Luis Beder Herrera (La Rioja), Juan Urtubey (Salta) y Maurice Closs (Misiones).