Rossi: “El niño primero tiene que aprender a jugar y quizás después a ganar”

Rubén Rossi, campeón del mundo juvenil en Japón 1979 junto a Diego Maradona y Ramón Díaz, entre otros, desde hace tiempo se desempeña en el campo de la formación del jugador. En ese papel tuvo pasos por Unión de Santa Fe, River Plate, Colón de Santa Fe e incluso generó un vínculo en su momento con Unión de Crespo. Hace unos años lo contrató la Conmebol en la cual es Instructor y elaboró manuales como formador de futbolistas. Se autodefine como ayudador de fútbol infanto juvenil y volvió a verter conceptos interesantes sobre su filosofía en la materia.

En N6 Deportes de Darío Rodríguez (Canal 6 ERTV), se refirió a las herramientas con las que debe contar un chico que sueña con llegar a Primera. “Ese tipo de cuestiones depende de los futbolistas, el talento del jugador en conjunto con otras cualidades humanas como la perseverancia, la voluntad y otros factores vinculados a la hombría de bien y demás. Esos aspectos posibilitan que pueda ayudar a ese chico para jugar en Primera División”.

En ese camino quedan muchos virtuosos, jugadores con una interesante proyección y mejores cualidades que no se sostuvieron para llegar. El momento de informarle no es una tarea sencilla. “Es la parte más dura de la situación, en mi carrera he cometido mucho errores y seguramente nos debemos haber equivocado con algún jovencito, pero la tranquilidad es haberlo hecho desde la honestidad, haberlo comunicado de la mejor manera, tratando de ser sincero y franco y sin recibir favores o retribución de otros que ocuparan el lugar de ese chico. La primera vez que me tocó dejar jugadores libres fue en Unión de Santa Fe, ese día cuando llegué a casa, todavía no tenía hijos, le dije a mi señora que no quería hablar con nadie, porque pensaba que había hecho un daño. Con el tiempo me di cuenta que el daño no era ese, el daño es mentir, crear falsas expectativas. Si uno tiene diagramado bien un proyecto y al chico lo evalúa el entrenador que lo tuvo el año pasado, el que lo tiene este año y el que lo va a tener el año que viene, más los datos estadísticos, las observaciones y si entre todos resolvemos que llegó para alcanzar Primera, nos habremos equivocado lo menos posible. Tratamos de agotar las instancias para cometer el menor error. La honestidad siempre estuvo presente y eso da tranquilidad”.

Al momento de referirse sobre las exigencias que se le plantean a los chicos, indicó: “Estoy convencido que el fútbol argentino está pasando un periodo muy duro porque el problema no está en el fútbol juvenil, hoy el problema está en el fútbol infantil, donde al niño se le exige triunfos, que concurran una cierta cantidad de veces a los entrenamientos sino no lo ponemos, se le exige que juegue todos los domingos, se le vive exigiendo como si fuera un trabajo y no se toma en cuenta que el niño se acerca a esto porque es un juego y que su responsabilidad a esa edad no está en el juego, está en su actividad escolar. El juego es la felicidad, la alegría, todo desarrollado en libertad y jugando con sus amigos divirtiéndose porque si no le sacamos esa cuota de dramatismo cada vez va a ser peor, hoy todos queremos ganar y entronizar en estos triunfos efímeros que no le sirven a nadie. El niño primero tiene que aprender a jugar y quizás después a ganar”.

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