Rosario del Tala: La Escuela de Educación Integral camina hacia su cincuentenario

49 años de existencia alcanzará el 13 de junio la Escuela de Educación Integral Nº 4 “Mayor Eduardo Pastor”. Casi medio siglo de vida educando a personas que buscan su reconocimiento natural en la comunidad, pero que en varias ocasiones se les pone la espalda o se les cierran las puertas.

Derribando tabúes marca su camino este establecimiento, trabajando en conjunto con otros centros educativos de la ciudad para lograr la integración de los chicos. Algunos de ellos se encuentran en ese camino dentro de un proyecto en conjunto, orientados por el equipo técnico compuesto por psicopedagoga, fonoaudióloga, asistente social, psicóloga y terapista ocupacional; como así también con el accionar de una maestra integradora.

“Hay distintos tipos de integraciones, algunos son totales y otros hacen la parte pedagógica. Principalmente los adolescentes que tienen más de 15 años, realizan su parte pedagógica y hacen la parte de formación laboral. Tenemos talleres de huerta, mantenimiento de espacios verdes, cocina y panadería”, remarcaron desde la entidad.

Pero también es fundamental la inserción laboral en este camino. Precisamente dentro de ese tema existieron experiencias de pasantías en la municipalidad y en comedores escolares. Son herramientas significativas dentro del marco que se persigue en este campo.

La educación integral es fundamental en estos tiempos, donde parece que el obstáculo más grande es la sociedad misma que no abre sus brazos. Al margen de ello, el objetivo central pasa por dotar a todos los estudiantes de los conocimientos y las habilidades básicas y necesarias para desenvolverse en la vida. Comprende tanto los aspectos educativos como los formativos. Intelectual, física, artística, social o emocional entre otras dimensiones son de las que se encarga de englobar la educación integral. Es un tipo de educación que se imparte en la escuela, en las actividades extracurriculares y en el ámbito cotidiano de la vida.

De la misma manera la sociedad debe posibilitar a todas las personas la educación integral basada en el diálogo, en el uso responsable de la libertad, en el descubrimiento y desarrollo de las habilidades que tenemos, en la autonomía como capacidad autorreguladora de cada uno de nosotros, en la empatía hacia las otras personas, y en definitiva su interés es convertirnos en unos ciudadanos con sentimientos equilibrados y con la posibilidad de desarrollar nuestras competencias.

Pasando el limpio, la educación integral contempla la totalidad de las funciones humanas, por lo que es un concepto que no puede dejarse de lado. Supone una preocupación en tres campos: el del conocimiento, la conducta y la voluntad.