Romani recordó al General San Martín a 161 años de su muerte

Al conmemorarse este miércoles los 161 años del paso a la inmortalidad del general José de San Martín, el subsecretario de Cultura, Roberto Romani, dijo que “cada 17 de agosto buscamos las palabras oportunas, los conceptos precisos. No siempre en nuestra evocación alcanza la altura que merece el Padre de la Patria, aquel ilustre correntino de las misiones que protagonizó hechos fundamentales en nuestro país y en la América madre”.

El funcionario recordó que “no había pasado un año de la muerte del General San Martín, en Francia, cuando el general Justo José de Urquiza, en nombre de todos los entrerrianos, disponía erigir una columna en honor del vencedor de Chacabuco en la plaza central de Paraná, convirtiéndose en el primer homenaje del país, y estableciendo un valioso antecedente para que otros ciudadanos de la Argentina y del mundo pudieran imitar este gesto de reconocimiento y gratitud”.

 

Romani señaló que “al llegar por primera vez al solar natal de Yapeyú, hace más de 30 años, no pudimos dejar de valorar el perfil humano de San Martín que -al decir del historiador y periodista Enrique Mario Mayochi- como soldado y estratega, posibilita exaltar una personalidad singular. También, exhibir su ejemplo rector de ciudadano ético para así guiar la conducta de quienes lo admiran”.

 

“Desde gurises estudiamos su vida, repasamos la hazaña del cruce de la cordillera y celebramos con alegría el aniversario de cada batalla, donde su enorme capacidad de mando y la visión de militar bien formado le permitieron salir airoso en innumerables entreveros donde se puso en juego la libertad de medio continente”, dijo.

 

Finalmente el funcionario afirmó que “como hijos agradecidos al Capitán de la Historia, recordamos al encendido lirio, junto al aborigen cauce de los caracoles. Serena templanza, americana, que ordenó los símbolos de la libertad. Porque su gesto de actitud argentina es un horizonte de esperanza, es un vínculo de Patria para sentirnos cerca, para abandonar la hipocresía, cruzar la cordillera de la indiferencia y quedarnos para siempre en la verdad de la República”.