Roberto Romani, memoria viviente de la poesía, música e historia entrerriana

Visitó esta semana el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, el poeta, escritor, músico y actual asesor cultural del gobierno de Entre Ríos, Lic. Roberto Romani, quien dialogó durante una hora con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes”, que se emite los martes y jueves, a partir de las 21.30 por Canal 6 ERTV de Crespo. El funcionario contó sobre una reciente premiación que recibió a nivel nacional, habló sobre el quehacer cultural de la provincia, los medios de comunicación, la educación, la historia, entre otros temas.

– La semana pasada recibió la mención de honor “Domingo Faustino Sarmiento” que otorga el Senado de la Nación, ¿qué significado tuvo para usted esta importante premiación?

– Fue un momento muy lindo y emotivo. Me había sorprendido ya la senadora Singrid Kunath, cuando me llamó y me dijo: “Roberto, estás dentro de los nominados para esta distinción…” y me dice… “es un premio, pero no para jubilarte”. Se llama “Domingo Sarmiento”,  quien fue un hombre que trabajó mucho por la educación y la cultura del país y con esa distinción se reconoce a quienes realizan su aporte a estas 2 áreas y quiero destacar que también en esa jornada, también se distinguió a 4 maestros entrerrianos…

– Ha estado en la función pública, pero muchos entrerrianos lo destacan por su permanente aporte a la cultura…

– Fui director de la Editorial de Entre Ríos en la tercera gestión de Jorge Busti, posteriormente fui subsecretario de Cultura, secretario de Cultura y ahora estoy como asesor. He escrito libros, poemas y también hago música. Siempre digo que uno también transmite alegría con el canto… Tengo trabajos de recitado de poemas y otros compartidos con amigos, con Los del Gualeyán, Los Hermanos Cuestas, Víctor Velázquez, Los de Imaguaré…

– ¿Se siente más poeta, músico, escritor o periodista?

– Le preguntaron a un viejo estudioso de antropología: ¿que es usted…? Y respondió “soy un gozante de la vida” y me gusta utilizar esa frase. Yo disfruto de todo lo que hago, de la música, de la comunicación, de la literatura… Los caminos del arte cuando uno los puede utilizar bien, transforman…

– En las Sagradas Escrituras se habla sobre el poder de la palabra, el decir las cosas, que tiene un efecto tremendo…

– Es tan importante y trascendente poder expresarnos. En Argentina hemos tenido épocas de censura, que no se podían tratar ciertos temas. El poder de la palabra es muy importante. Le pregunto a un chico de una escuela de la zona sobre, ¿qué idioma hablan? Y responde “Castellano o Español”. Y les digo algunas oraciones, como… “Yo vine a Paraná a tomar mate” y analizamos la misma. La palabra “Paraná” es guaraní y “Mate”, es del ‘quichua’, el idioma que hablaban los indios. Además decimos… “Cuidado con el cuco”. Hace 1.200 años la comunidad Aimará utilizaba esa palabra. Si decís “Entró una laucha”, los araucanos utilizaban la palabra laucha. Si decís “vamos a ir a la provincia de Neuquén o al lago Nahuel Huapí”, estás hablando en lengua Ranquel. Si decís “me voy a poner unos tamangos y voy a bailar una milonga…”, estás hablando de la cultura Afro, cuando llegaron a este territorio del Río de la Plata. ¡Cuánta cantidad de palabras están de los pueblos originarios! Están en nosotros y a veces no nos damos cuenta… Las culturas que han desaparecido a través del tiempo, ha sido porque se pierde el idioma de ese pueblo. El gobierno de Entre Ríos está promoviendo la enseñanza del idioma Guaraní y el Chaná, que podés hablarlo en dos o tres años. Antes que llegaran los colonizadores acá se hablaba en esos idiomas. Recuperando la palabra, podemos soñar con recuperar la cultura de ese pueblo…

– Siempre se habló de que con el tiempo iba a haber una lengua universal en el mundo…  

– En realidad como idioma universal está el Inglés. Puede ocurrir, porque para acceder a la tecnología, por ejemplo, hay que saber ese idioma para comunicarse con otros pares, porque de lo contrario, no se le podrá entender. Eso habla de la globalización, qué hermoso es incorporarnos a la misma, pero teniendo identidad. Una cosa es incorporarnos sabiendo qué somos y de dónde venimos. La tecnología le brinda al niño desde la primera edad incorporarse y obtener conocimiento universal. El problema que todavía no tenemos solucionado en nuestro país y otros, es que los niños saben de todo, menos del lugar donde viven…

– ¿Falta un mayor acompañamiento de los padres?

– Cuando ese niño solo se incorpora a la tecnología, sin la guía de sus padres y maestros, se va desviando hacia un conocimiento universal, que es muy bueno, pero primero debe tener el conocimiento de su lugar. Me apego mucho a la tierra que he nacido…

– Hoy se maneja todo con el celular y la computadora…

– El tema es como nos desligamos de responsabilidades como padres. En este momento, los chicos están llenos de tecnología, pero por eso, el padre no puede dejar de enseñar. La tecnología es extraordinaria, ahora nunca reemplaza lo que se enseña con ternura y amor.

– En 2015 por iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación, se distribuyeron en escuelas de todo el país, ejemplares del libro “Suaves cuchillas” de su autoría, ¿qué significado tuvo en lo personal?

– Fue una enorme satisfacción, porque en principio era un romancero netamente entrerriano y que después se fue ampliando. Tiene algunos pasajes referidos al Impenetrable Chaqueño, a donde fui durante 9 años a hacer una tarea muy linda. Hay un poema que yo escribo en Quichua… ¿Por qué se hizo un libro nacional? Porque fui abordando cuestiones de otras regiones del país. Cuando uno recibe un aplauso, un premio, una distinción, lo está recibiendo en nombre de una cantidad de personas que te ayudaron, empezando por tus abuelos, padres, maestros… Cuando uno recibe una distinción no tiene que olvidarse de dónde viene y cuántos hombres hicieron posible para que esté ocupando un lugar en la sociedad.

– Hoy muchos poetas y escritores lo toman como ejemplo y referencia…

– Yo también lo hago… La semana pasada estuve con Jorge Enrique Martí. Tiene 90 años y vive en Colón, recientemente publicó el libro “Gurisadas”.

– En este momento se desempeña como asesor cultural del gobierno de Gustavo Bordet. ¿Cuáles son sus expectativas para esta función?

– Estamos trabajando en muchos temas. Hemos llevado en estos días una propuesta muy linda para poner en valor la casa natal de Martiniano Leguizamón, en Rosario del Tala, lo propio con la casa de Fray Mocho, en Gualeguaychú. Habrán notado como quedó la parte de atrás, con el museo de la Casa de Gobierno, que fue una de las prioridades que compartimos con el gobernador, no solo hermosear sino hacer que en ese lugar podamos contar la historia de la propia Casa de Gobierno, que es centenaria, de Paraná como capital de Entre Ríos, de la provincia y el país. La gran historia de Argentina pasó muchas veces por Entre Ríos y nosotros tenemos que exaltar esos valores y hacer visibles esos capítulos de la historia. Por otra parte, hemos confirmado la presencia para el 5 y el 6 de octubre, en la Semana de la Discapacidad, de la Orquesta Nacional de Ciegos, con 70 músicos. Es gratuito, en la plaza “Mansilla”, que fue recuperada, frente a la Casa de Gobierno. Era estacionamiento de autos, se lavaban autos, se vendrían frutas, ahora es una plaza donde se realizan exposiciones, muestras fotográficas, espectáculos al aire libre…

– ¿Cómo ve a la radiodifusión y a los medios en general, en la cultura entrerriana?

– La radio sigue siendo un medio que no hay forma de dejarlo de lado. Es un medio maravilloso, al igual que los escritos, que me apasionan. Leo El Observador desde que apareció. También El Diario, el Uno, los matutinos de las localidades… La radio es un placer, por las voces que ya son conocidas y por las nuevas, de Chajarí, Colón, Paraná, Crespo, las vas reconociendo por las tonadas. La gente sigue participando en la radio, el oyente la siente tan suya que aporta y sugieren cosas de manera permanente…