Rivas cumplirá la condena de 23 años en su domicilio de Gualeguaychú

Los miembros de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJER), por mayoría, resolvieron por mayoría hacer lugar a la impugnación extraordinaria presentada por la defensa de Gustavo Rivas (77 años).

En consecuencia, Rivas deberá cumplir la pena 23 años de prisión a la que fue condenado, en su domicilio de Gualeguaychú, tal como había sido establecido oportunamente el Juez de Ejecución Penal.

El vocal Daniel Carubia recordó un precedente del Tribunal de 2010 donde, siguiendo el criterio del Procurador General se decidió “aplicar la modalidad de prisión domiciliaria, en virtud de lo dispuesto en el artículo 10 del Código Penal -recientemente reformado por la ley 26.472- y de lo prescripto en los artículos 32 y 33 de la Ley de Ejecución Penal Nº 24.660, toda vez que estamos ante una persona mayor de 70 años, siendo que la concesión del citado beneficio no está condicionado a ningún otro requisito más que a la comprobación de la edad del condenado”.

De esta manera se dejó sin efecto la sentencia de la Sala Nº 2 de Casación Penal, que disponía que el hombre cumpla la condena en la Unidad Penal Nº 9, tras ser hallado culpable de 7 delitos de abuso sexual a menores de edad.

Rivas ejerció como abogado, escritor y durante décadas se dedicó a la docencia, convirtiéndose en un activo divulgador de la historia, colaborador infaltable en actos y paneles conmemorativos de cuanta institución de Gualeguaychú le extendiera una invitación. También fue político: candidato a gobernador de Entre Ríos a fines de la década del 80, candidato a intendente y concejal durante los 90. También fue asesor legal, e integró –y en algunos casos, condujo– las comisiones directivas de clubes y entidades, como el tradicional desfile de Carrozas Estudiantiles, que llegó a nombrarlo miembro de su Comisión Permanente.

Pero su figura pública comenzó a desmoronarse por la cobertura mediática de su situación judicial. Rivas había construido con gran esmero y sin escatimar gastos, la trama de impunidad que durante más de 40 años le permitió abusar sistemáticamente de menores de edad detrás de su fachada de “ciudadano ilustre”.

Fue la investigación del periodista Daniel Enz la que hizo que el ojo de la Justicia entrerriana se posara sobre la actividad ilícita de Rivas, quien ejecutó los actos que se le imputan a escasos metros de Tribunales.

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