Relatos y testimonios de mujeres crespenses en el “Día de la Madre”

En la mayoría de los países, el “Día de la Madre” se festeja en mayo, pero en Argentina se celebra el “3er. domingo de octubre”, oportunidad propicia para agasajarlas y para recordar a las que ya no se encuentran entre nosotros. Como cada año, preparamos páginas especiales en El Observador, con relatos y testimonios por esta fecha especial. En ese marco, este medio hizo un resumen de las historias y vivencias, de 4 madres que esta semana estuvieron en nuestra redacción y en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTVSilvia Decoud (kinesióloga, ex deportista, directora del “Centro de Rehabilitación y Salud Física”, 2 hijos); Adriana Zapata (docente jubilada, ex directora de la Escuela Nº 187, 2 hijos) y las dirigentes de la “Liga de Madres de familia de la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario”, la presidenta, Cecilia Reisenawer (4 hijos) y la tesorera de la entidad, Olga Goette (2 hijos).Lo siguiente, son algunas de sus respuestas:

– ¿Qué es lo que más destacan de la experiencia que le dejó y le deja en la actualidad, ser madres?

– (Zapata) Que es una experiencia muy linda, que demanda mucho trabajo y más en nuestra época, que hasta los pañales había que lavar. Y no había tanto equipamiento como ahora, así que todo se secaba al sol. Lo que veo es que los paradigmas en la crianza de los hijos van cambiando, antes te recomendaban que los chicos duerman “boca abajo”, después “boca arriba”; antes usábamos los pañales de tela, luego eran mejor los descartables y ahora, por el cuidado del medio ambiente, se pide que usen nuevamente los otros. Hay cambios permanentes a los que nos debemos enfrentar como madres. Mi primer hijo fue Mariano, hace 35 años y luego llegó Ada, que hoy tiene 25. Tuvimos una situación difícil, cuando falleció mi marido, cuando los chicos tenían 19 y 9 años, así que mi rol era no solamente de mamá, sino también de papá. No es lo mismo cuando hay otra persona que te ayude, por lo que agradezco a Dios de haber tenido mi trabajo y a mi familia que estuvo dándonos una mano siempre, tanto mi suegra, cuñada, hermanas, en su tiempo mi mamá, porque toda la vida tuve que trabajar y cuando debía ir a dar clases a Paraná, era dejarlos al cuidado de alguien una hora antes y llegar una hora después de terminar mi jornada laboral…

– ¿La crianza de ahora es muy distinta a la de antes?

– (Zapata) Es distinto… Recuerdo que mis hijos jugaban con caballitos, karting, triciclos, Rastin y para los chicos de ahora, el entretenimiento son los jueguitos del celular. Antes, los chicos leían libros y ahora ven el dibujo, que le cuenta el libro que no está…

– (Decoud) Son tiempos diferentes. Para los padres con hijos con discapacidad, ¡qué difícil era antes!, cuando no había terapias y hasta se los escondía ante la sociedad. Si bien falta mucho, hay que destacar en ese sentido, cómo se trabaja en Crespo, en la Escuela N° 11… Como madres, todos los días tenemos nuevos aprendizajes ante nuestros hijos, debemos superarnos día a día con las cosas que nos tocan enfrentar. Los chicos no vienen con un manual debajo del brazo, por lo que hay que ir aprendiendo con ellos, que en realidad, son nuestros maestros…

– (Reisenawer) Tengo 66 años y sin dudas, que la crianza que tuvimos nosotros y la que tuvieron nuestros hijos, es diferente a los tiempos actuales. Tengo 4 hijos, la mayor de 44; el segundo de 42, otra mujer de 38 y el menor de 23. Los 3 primeros, como se dijo en esta entrevista, también usaron pañales de tela y había que lavar y lavar en los fuentones y con un último enjuague con vinagre, por las paspaduras. Y había que retorcerla muy bien, porque no se secaba nada la ropa. En los inviernos llovedores, los secábamos con los Brametal (calentadores)…

– (Goette) La juventud de hoy está difícil, muy diferente a mi juventud y más en mi caso, que me crié en el campo. Tengo 64 años y 2 hijos varones, Fabricio, de 33 y Emanuel de 25. Estoy muy contenta con los hijos que tengo, que pudieron estudiar y desarrollarse en la vida. Con Cecilia, formamos parte de la Liga de Madres de la Parroquia del Rosario, que es una institución nacional que trabaja para lograr la estabilidad y bienestar de la familia. Hace 70 años que funciona en el país y que tiene sede en diferentes ciudades…

– (Reisenawer) Con Olga, somos casi vecinas y nos sumamos a la Liga, que para esteviernes, a partir de las 17.00, en adhesión al “Día de la Madre”, organizó una misa, a cargo del Padre Rubén Schmidt, para todas las mamás que quieran participar. A la salida de la misma, siempre hacíamos un té con masas, pero por la pandemia, eso no se pudo realizar, pero sí estaremos presentes con una sorpresa para ellas. La Liga está abierta a quien quiera sumarse, nos reunimos los jueves, de 16.00 a 18.30…

– Ahora con los hijos grandes, ¿ayudan también en la crianza de los nietos?

– (Reisenawer) Sí, tengo 6 nietos, la mayor de 21 y soy una abuela querendona. Lamentablemente con la pandemia no pudimos juntarnos en este tiempo, pero para el “Día de la Madre”, seguramente vamos a tener un lindo encuentro con ellos y sus padres…

– El debate de hoy en las familias es: ¿Falta poner más límites a los chicos…?

– (Zapata) Yo traté siempre de poner límites, tal vez fui directora también en mi casa, pero gracias a eso, han aprendido valores que en muchos jóvenes de hoy, faltan…

– Silvia Decoud, es muy conocida en la ciudad, por su pasado como deportista, compitiendo a nivel internacional y hasta hace pocos años, jugando al básquet en Unión…

– (Decoud) Desde muy chica, siempre estuve ligada al deporte. Estuve en la selección nacional de atletismo, compitiendo en lanzamiento de disco a nivel internacional. En el Sudamericano que participé, en Chile, logré la medalla de bronce. Cuando terminé el secundario y había que seguir una carrera universitaria fuera de la ciudad, tuve que dejar el deporte de alto rendimiento. Por otra parte, me detectaron un nódulo en el corazón, que me provocaba arritmia: llegaba a 200 pulsaciones por minuto y me descompensaba. Hasta los 45 hice deporte sin parar, en ese momento jugaba para el “Maxi Básquet” en Unión y tuve una cirugía para solucionar ese inconveniente. Después de la operación, no podía nadar ni 10 metros, no podía dar una vuelta a la manzana caminando, así que me puse como meta hacer alguna actividad deportiva y me propuse participar en la carrera de aguas abiertas “Lago de Federación”. Por invitación de unos amigos empecé a entrenar e hice esa competencia…   

– ¿Se transmite esa pasión por el deporte a los hijos…?

– (Decoud) Le cuento una anécdota: mi hijo más chico, Juan Pablo, caminó a los 9 meses y medio: pensé que iba a ser deportista, así que lo llevamos primero para que practique fútbol, pero nunca le interesó. Lo llevé a básquet y tampoco se entusiasmó. Un día me dijo: “Mamá, ¿cuándo vas a entender que el deporte a mí no me gusta?”. Va más por el lado del diseño, el arte. Quiere seguir la carrera de Arquitectura… Uno tiene que dejarlos ser lo que tengan ganas de ser…  

– ¿Cómo los afectó la pandemia…?

– (Zapata) Muchísimo en mi caso… Mi hijo Mariano, estaba al frente de la pandemia, ya que es conductor de ambulancia y mi hija está en Santa Fe, por lo que en ese tiempo de pandemia, no nos podíamos ver…  Pero la situación fue mejorando y seguramente el domingo nos juntaremos, como lo hemos hecho en otros tiempos…

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