Reflexiones en “Semana Santa”: “¡Jesucristo donó toda su sangre!”

* Por los pastores Yésica y Emanuel Plem (matrimonio pastoral de la Iglesia Bautista de Crespo) 

Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre…” Romanos 3:25

Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados” Efesios 1:7

Desde la primera transfusión de sangre hasta hoy en día, se salvan muchísimas personas gracias a la donación voluntaria de sangre. Es una acción tan noble, necesaria, altruista, valiente y llena de compasión. Es uno de los mejores regalos que alguien puede dar y recibir.

¡Hace 2.000 años atrás, alguien donó toda su sangre por ti y por mí! ¡Sangre preciosa, valiosa, sin mancha, totalmente pura y santa, sangre inocente y justa, sangre que da vida eterna y abundante! Esta es la sangre preciosa de Jesucristo, el Hijo de Dios, el Señor y Salvador de todos los que creen en Él. ¡No donó un litro, él derramó hasta la última gota de su sangre por ti!

“¿Existe más amor que este? ¡Absolutamente NO! Todos somos pecadores y estamos separados de Dios, pero podemos ser reconciliados con Dios, podemos ser perdonados, declarados justos, limpios, santificados, libres, por su gracia, mediante la fe en Jesucristo, por su sangre preciosa derramada en la cruz, a favor de todo aquel que cree en el sacrificio perfecto de Cristo. Charles Spurgeon afirmó una gran verdad al decir: “La moralidad puede mantenerte fuera de la cárcel, pero solo la sangre de Jesús puede mantenerte fuera del infierno”. ¿Crees que Cristo derramó su sangre por ti? ¿Valoras y aprecias la donación de sangre más grandiosa hecha a tu favor? ¡Dios te bendiga!”

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