Reflexiones de pastores y sacerdotes por “Semana Santa 2024”

Las Iglesias de Crespo ya comenzaron a desarrollar sus diferentes actividades por “Semana Santa”​, conmemoración cristiana anual de la pasión de Cristo, es decir, la entrada a Jerusalén, la “Última Cena”, el Vía Crucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. 

REFLEXIONES DE PASTORES  

Visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, los pastores Daniel Pfaffenzeller (Iglesia Evangélica Luterana), Damián Weigandt (Iglesia Evangélica Congregacional), Bernardo Spretz (Iglesia Evangélica del Río de la Plata) y Emanuel Plem (Iglesia Evangélica Bautista), quienes en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, brindaron sus reflexiones por esta fecha especial.

Plem expresó que “si bien es una fecha especial, como iglesias evangélicas predicamos a Cristo todo el año. Por lo tanto, predicar la muerte y la resurrección de Cristo es algo que nuestra Iglesia no espera para hacerlo en 2 o 3 días, sino que ponemos la bandera de Jesús en todo momento” sobre lo cual, Weigandt completó que “es recordar que el Hijo de Dios vino a la Tierra y se cumplió lo que vino a hacer, que era padecer y morir por nosotros, resucitar venciendo a la muerte y de esa manera darnos la esperanza que podamos tener vida eterna”, en tanto que Pfaffenzeller graficó que “Semana Santa es el acontecimiento más importante para la Iglesia y Jesús nos invita a acercarnos a Él y a la ‘Patria Celestial’. Uno cuando estudia la Biblia ve que los tiempos se están acelerando, que cada vez estamos más cerca del final, porque las profecías se están cumpliendo…”.

– A partir de la pandemia se instrumentó transmitir los cultos y misas de manera virtual, lo que se continuó luego, buscando llegar a personas que no van a las celebraciones. ¿Se sigue de la misma manera…?

– (Spretz) Considero que una cosa no reemplaza a la otra, porque la gente necesita el contacto de persona a persona, comulgar, estar con el Pastor en la Iglesia.

– Es una fecha donde históricamente aumenta el interés por la confesión, la gente va en busca de escuchar a un pastor o sacerdote… 

– (Pfaffenzeller) Hay gente que, por lo menos en nuestra Iglesia, sigue pidiéndola y uno ve en los ojos de la persona, cuando se libera de lo que quiso confesar…

– (Plem) Creo que no se debería acumular en una fecha particular, sino que debe ser un estilo de vida, de vivir arrepintiéndonos de nuestros pecados, de pedirle perdón a Dios, de perdonar a otros, de tener humildad… Jesucristo murió y resucitó por nosotros y gracias a su sacrificio y resurrección, tenemos directo acceso a nuestro Padre Celestial. Y más allá que contemos con otras personas para contar nuestras vidas, nuestros errores, es fundamental tener comunión con Dios, pedirle perdón cuando le fallamos, pedirle ayuda…

– (Weigandt) Es bueno distinguir las diferentes creencias, desde la generalidad de la Iglesia Evangélica con la de la Iglesia Católica. Desde nuestro punto de vista, respetando lógicamente otros pensamientos, entendemos que como pastores, no otorgamos perdón de pecados a las personas, que por ahí sí lo hace un sacerdote. Nosotros creemos, que es Dios quien nos perdona los pecados… Es saludable la práctica de confesarnos porque si la gente deja de confiar en la autoridad religiosa para compartir sus cargas, es porque en cierta medida tal vez pudo haber habido algún error de quienes tenemos esta responsabilidad como pastores…

– ¿La Juventud sigue concurriendo o hay cada vez menos participación en las Iglesias…?

– (Pfaffenzeller) Los jóvenes participan de las actividades, sí por ahí vemos que hay un bache en cuanto a la participación, entre los 20 y 50 años…

REFLEXIONES DEL PADRE RUBÉN   

Por su parte, el Padre Rubén Schmidt (Parroquia Ntra. Sra. del Rosario) expresó que “es la gran semana del año, en donde el cristiano y el católico en particular, no solamente recordamos ese hecho que marca un antes y un después en la historia de la humanidad, sino que es una actualización de lo que Cristo en su momento hizo por nosotros, reviviendo la última cena, la muerte y resurrección de Cristo. Por supuesto es además, un tiempo de reflexión y atención para que volvamos a Él, para que nos convirtamos, precisamente porque Él vino a nosotros para rescatarnos del pecado. Fue capaz de humillarse tanto, lo cual debería llamarnos a la reflexión, no podemos permanecer indiferentes a ese gesto extraordinario que tenemos de nuestro Creador y nuestro Padre. Y tenemos que preguntarnos qué clase de cristianos somos, ya que casi que somos ‘cristianos de teatro’, cumplimos con ciertos requisitos pero el amor de Dios no nos mueve, el dolor de Jesús tampoco y no tuviera que ser así. Yo invitaría a todos a entrar en este misterio de dejarnos tocar el corazón… Vemos que la humanidad ha progresado tanto, pero somos cada vez más irracionales y se demuestra con tantas guerras, problemas y violencia que vemos a diario…” .

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