Red Alerta denuncia que muchos prostíbulos entrerrianos siguen funcionando

prostibulosLa “Asociación Civil Red De Alerta contra la Trata de Personas”, se expresó sobre el trabajo infantil, el cual sigue siendo una problemática preocupante a nivel mundial, nacional y también provincial. Con este tema como disparador, Silvina Calveyra, una de las integrantes de la organización, habló con El Observador. Al mismo tiempo hizo referencia al cierre de prostíbulos, preguntándose sobre la situación de las personas que los manejaban, donde no descartó la presencia o relación de funcionarios públicos.

– ¿Es preocupante el trabajo infantil dentro de la provincia?

– Desde nuestra organización y desde nuestra central de trabajadores de la Argentina, de la cual soy parte, venimos llevando adelante un mapeo sobre esta situación y la realidad que se vive en nuestra provincia. Recabamos los datos a nivel nacional e internacional y vemos con preocupación esta problemática. Hablamos del trabajo infantil, que implica explotación y abuso de menores en distintas cuestiones. En este marco no podemos dejar de hablar de la desigualdad social y de la infantilización de la pobreza, que va de la mano de la precarización laboral de quienes se encuentran fuera del mercado de trabajo.

– ¿Cuales son los ejemplos más comunes de la explotación infantil?

– En nuestra provincia, algo que se ve mucho en Paraná, es ver a los chicos haciendo malabares, pidiendo monedas en los semáforos, lavando coches, etc. También hay menores en las tareas de campo en la zona de quintas, en la recolección de citrus y arándanos, en las ladrillerías y demás. En este sentido muchas veces hemos escuchado hablar, hasta a funcionarios, decir que se trata de una situación familiar y una cuestión cultural, pero nosotros no creemos eso. Estamos convencidos que los niños deben estar donde deben estar, en la escuela, en espacios recreativos, deportivos y culturales, los que los habilitan a una vida saludable, en igualdad de oportunidades y de desarrollo integral como sujeto de derecho.

– ¿En qué afecta el trabajo infantil y por qué sucede que acudan a niños para actividades laborales?

– En primer lugar influye en la salud del niño. Muchas veces se han encontrado incluso en situaciones de desnutrición y condiciones infrahumanas, realizando tareas que les afecta en su salud física y psíquica. Además al no tener acceso a la educación y al ser explotados, estamos hablando de un cuadro de generaciones futuras que estarán bajo una vulnerabilidad importante. Por otro lado, el hecho de que exista el trabajo infantil, va de la mano de la infantilización de la pobreza, la desigualdad social y precarización laboral. Esto también nos conduce a la trata de personas, porque mientras haya un mayor atrás explotando un niño o utilizándolo como jardinero, obrero en cosecha o vendedor ambulante, hablamos de un delito como la trata de personas. Acá existen empresarios inescrupulosos que utilizan la mano de obra de la niñez para sus réditos o rentas y lucros propios.

– ¿Cuáles son los proyectos sobre los que trabaja la Red Alerta en estos momentos?

– Hemos integramos a nivel nacional y con países del MERCOSUR, lo que se denomina la Red Antimafia. No solo tenemos que hablar de la trata de personas y la esclavitud de mujeres y niñas, sino que esta problemática está directamente relacionada con el narcotráfico y lavado de dinero. Lo mencionado abre los caminos de los tratantes, proxenetas y de los narcotrafiantes. En este sentido avanzamos en conjunto con otras organizaciones y ONG nacionales y del MERCOSUR. Trabajamos en cómo combatir crímenes organizados y mafias. Se avanza en congresos nacionales, en denuncias y en otras estrategias para comenzar a hablar en serio y ver que hoy tenemos una cantidad de leyes y herramientas para atacar cada una de estas cuestiones. Hemos realizado numerosas denuncias en la Justicia Federal y en la provincial, como es el tema de los avisos clasificados que siguen saliendo camuflados a través de servicios de masajitas y terapeutas. Sobre ello solicitamos que se investigue el origen y fin de esos avisos, pero tampoco se hizo demasiado por parte de quienes deben actuar. También vemos que al cerrar los prostíbulos, igualmente siguen funcionando bajo otra denominación. Incluso ha sido pública la denuncia de vecinos en Paraná de un prostíbulo que sigue teniendo sus puertas abiertas, en algunos casos aparecen como pizzerías o talleres de chapa y pintura. Pero además no sabemos qué sucedió con los 50 proxenetas que tenían estos prostíbulos. Estamos trabajando para que se los impute porque están libremente por la calle y cometiendo estos delitos. Se cerraron algunos locales, pero no hubo ningún detenido. Antes del cierre y de la aplicación de la Ley 10.186, de la que fuimos críticos, porque era una normativa con sentido prohibicionista y no de una ley integral, pedimos un informe a la División de Tratas sobre la cantidad de prostíbulos reales que había en la provincia y quiénes eran los proxenetas, pero esa información nunca llegó a nuestra organización… De hecho si siguen existiendo bajo la figura de pizzerías, parrillas a la vera de la ruta o de chapa y pintura o el alquiler de departamentos en forma privada para seguir llevando adelante el ejercicio de la explotación a través de la prostitución, hay zonas liberadas y esto habla de la complicidad del poder político y del Estado.