Recomendaciones por cuadros graves de bronquiolitis en niños. En el país hay más de 600 casos diarios

Según datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en 2018 se registraron 230.608 casos de bronquiolitis en menores de 2 años, lo que representa más de 600 por día. Se trata de una infección pulmonar común en bebés y niños pequeños, que causa congestión en las vías respiratorias pequeñas (bronquiolos) del pulmón.

“Como cada año, el pico de bronquiolitis se da en invierno, específicamente en julio y principios de agosto, donde más bajas están las temperaturas. Hoy estamos en los números de casos normales para la época” explicó una pediatra consultada por El Observador, quien precisó que mantener la lactancia materna, cumplir con el calendario de vacunación, evitar la exposición de los pequeños al humo del cigarrillo, son las principales recomendaciones para cuidar a los pequeños de esta enfermedad. Los síntomas son tos, decaimiento, congestión nasal, fiebre, falta de apetito y complicaciones para conciliar el sueño, entre otros.

El agente infeccioso más común que la causa es el virus sincicial respiratorio (VSR) y con menor frecuencia, otros como influenza (virus de la gripe) parainfluenza, adenovirus y metapneumovirus. Los mismos se propagan fácilmente a través de las gotitas aerosolizadas, que se expulsan cuando alguien enfermo tose, estornuda o habla; también al tocar objetos compartidos, como utensilios o juguetes, por lo que es muy común el contagio en los jardines maternales.

 

“Estar alertas” 

 

La Dra. Gisela Martinchuk Migliazza (MN 65.637), secretaria del Comité Nacional de Neumonología de la Sociedad Argentina de Pediatría, recientemente en declaraciones a medios nacionales, explicó que “hay que estar alertas en casos de bebés con factores de riesgo, porque puede ser severa y exigir internación. Es fundamental la vacunación. Un virus que en un adulto sólo provoca un resfrío, en un bebé puede generar bronquiolitis. Para los muy pequeños, que todavía no pueden ser vacunados, lo que se necesita es preservar lo que llamamos el ‘cuidado del nido’, es decir, que se respeten las medidas de higiene en la casa (sobre todo la ventilación de los hogares), que no los visite nadie que esté resfriado y que en ese lugar, no se fume. No alcanza con hacerlo afuera, porque muchas partículas tóxicas del humo del cigarrillo quedan adheridas a la ropa, el pelo y la piel del fumador. Y también en las cortinas, almohadones, alfombras… El bebé absorbe esas toxinas, no sólo por inhalación sino también a través de la piel. Esto afecta su desarrollo pulmonar y lo hace más sensible a todo lo que pueda afectar su sistema respiratorio” explicó la neumonóloga.

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